Versiones enfrentadas en el juicio clelebrado esta mañana en la Audiencia de Palma por la presunta violación de una menor en su domicilio de Palma. La fiscal se ha ratificado esta mañana en la petición inicial de nueve años de prisión para el procesado, al entender que no hubo consentimiento por parte de la víctima . Por el contrario, el abogado defensor pidió la absolución de su cliente al entender que se trataba de relaciones sexuales consentidas.

A petición de la familia de la víctima, el magistrado Diego Gómez Reino ha invocado el artículo 681.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal por el que, además de no identificar a la víctima, se prohíbe expresamente a los medios de comunicación mencionar el lugar donde tuvo lugar la presunta agresión sexual a la menor.

Los hechos que se han enjuiciado ocurrieron sobre las diez y media de la mañana del 5 de enero del año pasado en el domicilio de la menor en Palma. La víctima habría contactado por Instagram con el joven, de 18 años, para que acudiera a su casa. En ese momento se encontraba también el hermano pequeño de la chica, de 10 años. Fue allí donde se cometió la presunta agresión sexual vaginal y anal.

De acuerdo con la versión de la denunciante, ella contactó unos días antes con el presunto agresor a través de Instagram animada por una amiga "para ver si te echa la caña". Tras un intercambio de mensajes, el 5 de enero le invitó a que fuera a su casa. "No podía salir porque mi familia me quitó el móvil".

"Me bajó los pantalones y yo me los subía", ha indicado. "Me dijo que me iba a meter la mano y me metió el miembro", ha precisado. Durante su exposición, la denunciante iha insistido en que el procesado "sabía que no quería tener relaciones". También ha hecho hincapié en que ese día perdió su virginidad "y yo no quería".

Sin embargo, la propia denunciante ha reconocido durante la vista que envió un mensaje en Instagram al procesado unos días después en el que afirmaba "me ha gustado, quiero repetir". Estas palabras han sido esgrimidas por la defensa para acreditar el supuesto consentimiento de la víctima.

El procesado, por su parte, ha afirmado que se trataron de relaciones sexuales consentidas y después del encuentro la bloqueó en el WhatsApp y el Instagram después de recibir varios mensajes de ella.