Una taxista de Palma relató ayer durante el juicio cómo un cliente británico abusó sexualmente de ella durante una carrera. La mujer contó que el hombre le manoseó los pechos y trató de tocarle los genitales, metiendo la mano bajo su falda, cuando le llevaba como pasajero en el asiento del copiloto. El acusado, para quien la fiscalía reclama inicialmente una multa de 3.960 euros, negó los hechos durante la vista oral.

La conductora contó que hacia las dos de la madrugada del 17 de junio de 2016 recogió al acusado en la calle Joan Miró, en la zona de Portopí. "No tenía decidido a dónde quería ir", contó la víctima, que se entendió con el acusado en inglés. "Quería ir a discotecas y lo lleve al Paseo Marítimo. Entonces me dijo que no, se enfadó, y pidió que lo llevara a una playa", relató la mujer.

El taxi puso entonces rumbo a Cala Major. Durante este trayecto, el cliente empezó a tocar a la mujer. "Primero me cogió la mano y le dije muy claro que no lo hiciera. Entonces él me la agarró y quiso que yo le tocara", narró la denunciante.

Los tocamientos fueron a más cuando el coche estaba ya llegando a Cala Major. "Se abalanzó sobre mí, empezó a manosearme los pechos e intentó meter la mano por debajo de la falda. Yo paré el taxi y toque varias veces el botón del pánico, pero no tuve respuesta. Él bajó, pero volvió a entrar en el coche y entonces salí y llamé a la Policía", aseguró.

La mujer dijo que el acusado balbuceaba cuando se dirigió a ella, pero no pudo precisar si estaba ebrio. "Los policías dijeron que estaba bajo los efectos de una droga, no recuerdo cuál", concluyó la víctima, que fue convencida por los agentes para denunciar lo ocurrido.

El juicio quedó suspendido hasta dentro de unas semanas tras la declaración de la perjudicada, ya que los policías que acudieron a su llamada de auxilio aquel día y debían ser interrogados por las partes como testigos no se presentaron ayer en la vista oral.