Salió de Nigeria, de la más absoluta miseria, en busca de un futuro mejor. Cruzó el desierto, sufrió violaciones, vio morir a mujeres como ella por resistirse, se embarcó dos veces en patera desde Libia, con un naufragio incluido, hasta que logró alcanzar Italia. Y una vez en Europa, la tierra prometida, fue "comprada" en un campo de refugiados para ser llevada hasta Benidorm convertida en prostituta, atemorizada, sin dinero ni documentación, siendo obligada a abortar hasta en cinco ocasiones... hasta que ha logrado ser rescatada de las garras de la trata de seres humanos por una ONG y la Policía Nacional.

Las autoridades han liberado en la provincia de Alicante a esta mujer, junto a otra víctima de explotación sexual, y detenido a los cuatro miembros de esta organización criminal en España. Ambas son nigerianas y permanecían en España en una situación de total vulnerabilidad y con una deuda de 35.000 euros con sus captores.

Vivieron un infierno después de pasar otro infierno para llegar hasta su destino, Europa, cruzando el Sáhara y el Mediterráneo. La ruta utilizada por integrantes de la red de trata para trasladar a las mujeres captadas hasta el continente europeo era extremadamente dura, en condiciones de seguridad e higiene muy precarias. Varias de ellas llegaron a fallecer durante el trayecto mientras que otras eran asesinadas cuando se resistían a mantener relaciones sexuales con sus captores.

Fruto del operativo han sido detenidos cuatro miembros del entramado criminal en España, encontrándose el líder de la organización en prisión provisional. La investigación comenzó cuando los agentes conocieron a través de una ONG especializada en la asistencia y protección de víctimas de trata de seres humanos, la existencia de una mujer que había sido explotada sexualmente en un club de la zona de Benidorm. La víctima se encontraba extremadamente asustada y desconocía la identidad de sus explotadores, sin embargo tras diversas pesquisas se logró identificar y localizar a los miembros de la red.

La organización contaba con diferentes células de actuación altamente especializadas en la captación de las víctimas, en su traslado hasta los países de destino, en la provisión de la documentación necesaria para cruzar las diferentes fronteras y en la explotación sexual. Se valían de contactos en los países de origen y tránsito para trasladar a las víctimas hasta España.

Y la historia de estas dos mujeres es desgarradora. Las víctimas fueron captadas en su país de origen, Nigeria, aprovechándose de la situación de extrema necesidad en la que se encontraban, siendo engañadas, pues en ningún momento se les informó de las verdaderas circunstancias en las que tendría lugar su traslado, del valor total de la deuda que asumirían con la organización ni de que una vez estuvieran en España tendrían que ejercer la prostitución.

Además, antes de emprender el viaje hacia el continente europeo fueron sometidas a la práctica de un ritual vudú, según el cual la víctima enloquecería o moriría si no pagaba su deuda, lo cual, teniendo en cuenta las fuertes creencias en estas prácticas en la zona del África occidental, incrementó su vulnerabilidad y el temor a incumplir las condiciones impuestas finalmente por la organización.

Un viaje extremo

Según las manifestaciones de una de las mujeres liberadas, su viaje hasta España se demoró durante meses. Atravesaron Nigeria, Níger y Libia por el desierto, en condiciones insalubres y de extrema dureza, pereciendo varias personas en el trayecto. Una vez en Libia, debían esperar el momento de poder embarcar hacia Italia. Durante la espera fue agredida sexualmente en varias ocasiones, siendo testigo de cómo compañeras de viaje eran asesinadas al resistirse. Una vez eran hacinadas unas 150 personas en una patera que no contaba con los más mínimos sistemas de navegabilidad y seguridad, se dirigían hacia las costas italianas. Pero la víctima no llegó a Italia hasta un segundo intento, ya que en su primer viaje para alcanzar las costas europeas, la embarcación naufragó y al menos una persona falleció.

Sacada de un centro de refugiados

Tras ser interceptada la embarcación por las autoridades italianas y ser trasladada a un centro de refugiados, el líder de la organización dispuso que un contacto en dicho país pagara para poder sacarla del centro de refugiados y alojarla en una casa en Milán hasta que el propio líder fuera a recogerla para trasladarla a España, utilizando para ello documentación falsa.

El cabecilla trasladó a la víctima hasta su domicilio en Benidorm, y una vez allí era obligada a prostituirse en un club de la zona. Además tenía que mantener relaciones sexuales con el líder como pago por el alojamiento, llegando a quedarse embarazada de él en una ocasión y viéndose obligada a abortar.

Atemorizada y vulnerable tanto por el desconocimiento del idioma, como por carecer de documentación y dinero, así como debido a su creencia en el vudú, permaneció en esta situación hasta que la misma se hizo insostenible y solicitó ayuda a una ONG especializada en trata de seres humanos. Tras arduas investigaciones se puso en marcha el operativo policial que condujo a la detención en Benidorm (2), Pamplona (1) y Palma (1) de los integrantes de la organización encargados de la captación, traslado, acogimiento y explotación sexual, entre los que se encuentra el líder.

Así mismo se practicó un registro en Alicante, interviniéndose diverso material informático, teléfonos móviles, documentación incriminatoria y más de 900 euros, poniendo fin así a un infierno al que llegaron tras cruzar un desierto y un mar en condiciones extremas.