La Policía Local de Sineu y la Guardia Civil se movilizaron el pasado martes por la tarde para proteger a dos chicas que se habían fugado de Palma y se habían instalado en el municipio de es Pla para evitar la boda de una de ellas en contra de su voluntad. Los agentes custodiaron a las dos jóvenes gitanas, de unos 20 años y primas entre sí, que estaban aterrorizadas porque habían sido amenazadas por sus familiares. Las afectadas temían que decenas de miembros del clan se personaran en Sineu una vez que habían averiguado su paradero y se las llevaran a la fuerza.

Ante el riesgo evidente que corrían en el pueblo, se pidieron refuerzos policiales y las dos muchachas fueron trasladadas por la Policía Local de Sineu al cuartel de la Guardia Civil de Inca.

Ambas fueron asistidas también en un PAC de la capital de es Raiguer debido al estado de nerviosismo y ansiedad que presentaban. Luego, quedaron en dependencias del instituto armado permanentemente vigiladas y a salvo.

La Guardia Civil estaba en alerta ante la posibilidad de que se produjeran incidentes en la zona.

Precisamente, horas después, en la medianoche de ese mismo martes, entre 25 y 30 familiares acudieron a Sineu en busca de las dos chicas. No hubo ningún altercado, pero este hecho obligó a activarse a la Guardia Civil, que desplegó al menos cuatro patrullas en los alrededores de la plaza dels Reis de Mallorca. Los agentes, apostados con armas largas como medida preventiva, evitaron cualquier tipo de trifulca y calmaron los ánimos.

Al final intervino un mediador para solucionar el conflicto familiar. Las jóvenes fugadas alcanzaron un acuerdo con sus parientes y no interpusieron ninguna denuncia por las amenazas recibidas. Una vez recogidas sus pertenencias en la habitación que habían alquilado en el centro de Sineu, ambas regresaron a Palma. Las muchachas habían mostrado su miedo, ya que, según indicaron, por la ley gitana una de ellas iba a ser obligada a contraer matrimonio con un hombre en contra de su voluntad.

Emergencias 112 alertó

Los hechos se conocieron el pasado martes, sobre las siete y media de la tarde, gracias a un aviso de la central de Emergencias 112, que alertó de que dos jóvenes se habían refugiado en Sineu y que habían sido amenazadas de muerte.

Las afectadas pertenecían a una familia gitana asentada en Palma. Ambas habían huido de casa, en el barrio de La Soledat, porque una de ellas, de 20 años, no quería casarse con la persona que sus parientes habían decidido, según indicaron. Para evitar esta boda forzada, se fugaron y se instalaron en una habitación que habían alquilado en Sineu.

Pero, el martes por la tarde tuvieron que pedir ayuda porque el clan había averiguado su paradero. Una de las perjudicadas había vendido su teléfono móvil a una allegada y, gracias a las llamadas antiguas registradas en el terminal, supieron que habían alquilado un dormitorio en el municipio del Pla.

Nada más recibir el aviso del 112, la Policía Local de Sineu se movilizó de inmediato esa tarde. Dos agentes se personaron en el domicilio donde se encontraban las dos muchachas y las auxiliaron. Las jóvenes fueron trasladadas en primer momento a las dependencias policiales de Sineu y, ante el estado de miedo y ansiedad que presentaban, se pidieron refuerzos a la Guardia Civil y fueron conducidas hasta el cuartel del instituto armado en Inca.

Las muchachas insistieron en que sus vidas corrían peligro ya que, según su versión, si sus parientes las encontraban las iban a matar. Las afectadas temían que una multitud de familiares se presentara de un momento a otro en la localidad. Ya en la medianoche, una treintena de personas acudieron al centro de Sineu.