Paul L.W., el relaciones públicas de un bar de Punta Ballena, en Magaluf (Calvià) detenido esta semana por matar de un golpe a un turista norirlandés, negó este viernes ante el juez que golpeara a la víctima. Según su versión, tuvo que echar a Aaron H. a la calle porque estaba muy agresivo y había molestado a varias mujeres. Una vez en la calle, el turista se encaró a él, le insultó y amenazó, y el empleado del bar se lo quitó de encima de un manotazo, lo que hizo que el otro joven cayer a al suelo. Pero, siempre según la versión del acusado, no perdió el conocimiento ni parecía encontrarse mal. Él mismo le ayudó a levantarse y, cuando llegó al lugar una dotación de la Policía Local, Aaron H. se negó a recibir asistencia. El joven se sintió mal unas horas después y fue trasladado a Son Espases, donde falleció unos días más tarde, según la autopsia a consecuencia de un golpe en la cabeza.

Tras la muerte del joven turista ocurrida en Son Espases el 1 de mayo, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià llevó a cabo una exhaustiva investigación para aclarar lo sucedido la madrugada del 27. Finalmente arrestaron a Paul L.W., que trabaja como relaciones públicas del bar Mulligan’s, en Punta Ballena como presunto autor del homicidio, y al encargado del bar por encubrimiento. Los dos hombres fueron conducidos al juzgado por la Guardia Civil para declarar. El jueves no declararon ante los agentes del instituto armado.

Ayer, ante el juez, Paul L.W. admitió que aquella madrugada tuvo que echar al turista porque estaba muy agresivo. Había amenazado y molestado a una clienta y a una camarera, y había tirado una copa de cristal al suelo. El empleado le acompañó hasta la salida y, una vez en la terraza, el turista se le encaró, le insultó y amenazó. El detenido añadió que, para quitárselo de encima, le dio un manotazo, pero negó que le golpeara. La víctima cayó al suelo y él mismo le ayudó a levantarse. Dijo que en ningún momento perdió el conocimiento ni aparentaba estar en mal estado, y que cuando llegó una patrulla de la Policía Local de Calvià, rechazó su ayuda.

El detenido, defendido por el abogado Jesús Terrassa, negó también que se hubiera cambiado de ropa tras el incidente, sino que se puso un jersey porque hacía frío. No se marchó de allí hasta que cerraron el local y los días siguientes acudió a trabajar.

Durante su declaración, el juez visionó el vídeo de seguridad del local. En las imágenes se ve cómo el empleado expulsa al turista del bar, pero no se aprecia lo que ocurrió en la terraza. Tras oír su declaración y estudiar las pruebas, el juez de guardia decretó su ingreso en prisión provisional.

Respecto al otro detenido, el encargado del local, acusado de encubrimiento, asistido por el letrado Antoni Marroig, manifestó que no había visto nada de lo que ocurrió en la terraza porque él se quedó dentro del bar. Confirmó que cuando llegó la Policía Local el turista estaba consciente. El juez decretó su puesta en libertad.