Un testigo se percató del avanzado estado de embriaguez de una conductora de un vehículo, de nacionalidad alemana, que se había detenido en una estación de servicio de Palma para comprar una botella de whisky. Al percatarse del riesgo que suponía al volante para ella misma y el resto de automovilistas, el hombre la retuvo. Agentes de la Policía Local la detuvieron tras quintuplicar el máximo permitido en alcoholemia y tener el carné retirado.

Los hechos ocurrieron sobre las nueve y media de la noche del pasado miércoles en una gasolinera de la carretera de Manacor, en Palma. Un hombre se percató del estado de embriaguez de una conductora, que, además, acababa de comprar una botella de whisky. El testigo la interceptó y avisó a la Policía Local. La infractora dio 1,30 en alcoholemia, cinco veces más de lo permitido, y tenía el carné de conducir retirado por orden judicial.