La Guardia Civil se ha incautado de 36 gallos de pelea en Son Banya y está investigando la supuesta comisión de delitos de maltrato animal en el interior del poblado. El pasado día 25, en la operación Ludar contra el tráfico de drogas, se descubrió un reñidero con gradas y una importante cantidad de gallos de pelea, por lo que se pidió apoyo a los agentes del Seprona. Durante la inspección, se pudieron apreciar claros indicios de la comisión de un posible delito de maltrato animal.

El reñidero era de forma circular perfectamente delimitado y acondicionado para la celebración de las citadas peleas, las gradas estaban preparadas para acomodar numerosos espectadores y por las plumas existentes en su interior se deduce que en el lugar se realizaban peleas con frecuencia y que las últimas se habían celebrado recientemente.

Entre otros efectos se localizaron aparatos digitales para el control de los tiempos de las peleas y el pesaje de los animales que en las mismas participaban, documentos con anotaciones de las peleas celebradas, medicamentos que supuestamente son administrados a los ejemplares de gallos para contrarrestar las heridas producidas en los citados combates y varios trofeos de los ganadores de campeonatos ya celebrados.

En las galleras, algunos de los ejemplares presentaban lesiones en cabeza y alguno con pérdida de un ojo compatibles con la celebración de peleas de gallos y otros se encontraban con algunas partes de su cuerpo rasuradas, lo que indica que estaban en condiciones de pelear de forma inminente. La gran mayoría de ellos presentaban la amputación de las crestas y contaban con los espolones perfectamente tratados al objeto de ser más competitivos en las peleas en las que participaban.

Por ello se procedió a la incautación de 36 gallos de pelea que serán tratados y examinados por veterinario oficial. La Guardia Civil ha remitido un atestado al juzgado por un supuesto delito de maltrato animal.