La Guardia Civil ha colaborado en la desarticulación de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas a nivel internacional que, a mediados del año pasado, viajó desde Eslovenia hasta España para fijar su base en el puerto de Maó.

La operación 'Lagosta' se ha saldado con la detención de ocho personas de origen esloveno y bosnio a las que se les han incautado, en los 10 registros domiciliarios que se han realizado, 30 kilos de heroína, 9 kilos de cocaína y armas de guerra automáticas como subfusiles, pistolas, silenciadores, munición y varios kilos de explosivo plástico.

La investigación, que ha terminado en Liubliana con la detención de los integrantes de la banda, se ha llevado a cabo en el marco de Europol, que ha organizado varias reuniones de coordinación en la Haya y Roma entre las unidades policiales que han participado en la operación, según informó ayer la Guardia Civil.

Desde que llegaron a Menorca, la Guardia Civil estuvo investigando a varios integrantes de la banda criminal y constató que su papel en la organización consistía en recoger paquetes con droga que otros cómplices lanzaban desde buques mercantes en alta mar con dispositivos de geolocalización GPS, método conocido como "drop-off". Esta parte de la operación policial desarrollada en España fue llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil.