Noche de lunes. Zona 'guiri' de Benidorm. Cuatro turistas británicos se enzarzan en una pelea y uno de ellos acaba herido de gravedad. La Policía Nacional requiere la presencia de una ambulancia del servicio público de transporte sanitario, gestionado por la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana, para trasladar al herido al Hospital Comarcal de La Vila Joiosa. Horas después, los agentes requieren al centro sanitario información sobre la víctima para poder incorporarla al atestado. Pero en Urgencias no saben nada. Tampoco en el CICU. El paciente nunca llegó al hospital. Porque la ambulancia que debía desplazarlo y custodiarlo hasta allí lo ha "perdido" a mitad de camino y no ha dado a nadie parte alguno sobre los hechos. Si esta historia les resulta surrealista, espere. Todavía hay más.

Los dos trabajadores de la ambulancia, un conductor y un sanitario, han regresado a la base donde tienen su vehículo. La Policía Nacional los localiza y les exige explicaciones sobre lo sucedido. Ambos relatan que la víctima se despertó en mitad del trayecto, se puso violenta con uno de ellos y, cuando el otro paró la ambulancia para ir en su ayuda, al abrir la puerta, el herido acabó escapándose. Se encontraban a menos de medio kilómetro del Hospital de La Vila. La Policía sale en su busca. Lo acaba localizando, inconsciente y tirado en una cuneta, a escasos metros de donde los sanitarios dicen que lo perdieron. Reclaman de nuevo la presencia de la ambulancia para llevar al paciente hasta Urgencias, donde inmediatamente se hicieron cargo de su situación. Por último, tras ver que actúan de manera extraña, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se lo hacen saber a la Guardia Civil, que también desplaza hasta el lugar a una patrulla y que, tras hacer un test de drogas y alcohol a los dos tripulantes, descubre que los análisis dan positivo. Al menos, en cocaína y marihuana, como aseguran fuentes consultadas. El diario Información intentó este miércoles confirmar con la empresa todos estos extremos, sin obtener respuesta.

Conducta agravada

Los hechos antes relatados, que este diario ha podido confirmar en fuentes sanitarias y policiales, ocurrieron entre la noche de este lunes y la madrugada del martes. Los dos trabajadores de la ambulancia acabaron detenidos por un presunto delito de omisión del deber de socorro, como confirmaron las mismas fuentes, que también señalaron que, en el caso de ambos, esta omisión sería aún más grave, dado que el artículo 196 del Código Penal así lo establece expresamente: "El profesional que, estando obligado a ello, denegare asistencia sanitaria o abandonare los servicios sanitarios, cuando de la denegación o abandono se derive riesgo grave para la salud de las personas, (...)".

Y la cosa no acaba aquí. Además de la detención y acusación por esta supuesta omisión del deber de socorro, las mismas fuentes indicaron que uno de ellos también se enfrenta a una sanción por conducir bajo los efectos de las drogas y a otras consecuencias penales que, a partir de ahora, pudieran derivarse de este hecho.

Suspensión del empleo

El diario Información contactó este jueves con la dirección del departamento de salud comarcal, dependiente de la Conselleria de Sanidad, para conocer su versión sobre lo ocurrido. No obstante, la gerente Rosa Louis Cereceda afirmó desconocer por completo los hechos y alegó que el servicio de transporte sanitario, pese a tratarse de un servicio público, está subcontratado a una empresa privada, para desvincular así al departamento de lo sucedido.

Igualmente, se intentó recabar vía telefónica la versión de lo acontecido con el Grupo ASV Transporte Sanitario Ayuda, la unión temporal de empresa que presta el servicio a la Conselleria, sin poder obtener ninguna respuesta al cierre de esta edición. Fuentes consultadas por este diario aseguran que ambos trabajadores han sido suspendidos de empleo y sueldo, pero que pronto podrían regresar a su actividad. Este dato tampoco pudo ser confirmado con ni con Sanidad ni con la contrata.