Un camarero acusado de violar a una clienta en el patio interior de un pub de s´Arenal en mayo de 2015 ha negado hoy en el juicio en la Audiencia de Palma haberla forzado y ha recalcado que ambos mantuvieron relaciones sexuales consentidas.

El procesado, de 41 años y de origen senegalés, que se enfrenta a una petición de pena de la fiscalía de nueve años de prisión por un delito de agresión sexual, ha recordado que la joven le esperaba cada día cuando él salía del trabajo. "Le dije que no quería estar con ella porque yo tenía una novia en Bilbao", ha manifestado el sospechoso, asistido por un intérprete.

Según el acusado, la madrugada del pasado 9 de mayo de 2015, se encontró con la víctima en el almacén del pub, en un patio interior, cuando él iba a buscar hielo. "Me giré y vi a la chica", ha detallado. El hombre ha indicado que la joven le abrazó a él, se bajó sus pantalones y ambos tuvieron sexo consentido.

El sospechoso ha argumentado que en su primera declaración en el juzgado negó haber mantenido relaciones sexuales con la clienta porque "tenía miedo" a perder su trabajo.

Tras estos hechos, ambos subieron al establecimiento y él vio como la joven británica se ponía a llorar con una amiga, que le preguntaba qué había ocurrido. "Las amigas discutían, le regañaron porque tenía un marido y un novio en Inglaterra", ha declarado el acusado.

Los hechos se remontan a la madrugada del pasado 9 de mayo de 2015 cuando el procesado, que se encontraba trabajando en un pub de s´Arenal como ayudante de camarero, se aproximó a una joven clienta que estaba tomando alcohol dentro del local, según la tesis de la fiscalía. Acto seguido, la invitó a salir a la parte trasera del establecimiento con la excusa de fumar. Una vez allí, empezó a realizarle tocamientos íntimos. La víctima se dio la vuelta para evitar los tocamientos y subió por unas escaleras, si bien el acusado supuestamente la agarró con fuerza de los brazos y las muñecas, le bajó sus pantalones y la violó.

El procesado ha negado hoy en la vista oral haber sometido a tocamientos a la clienta.

Por estos hechos, el ministerio público reclama para el encausado una condena de nueve años de cárcel, la medida de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse y comunicarse con la perjudicada por un periodo de doce años por un delito de agresión sexual.