La Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Local de Inca, ha detenido esta semana a una persona que tenía una plantación de marihuana en casa. Y como dicen en la Benemérita, esto no es ninguna novedad. La sorpresa ha venido porque el cultivo se llevaba a cabo íntegramente en el interior de un armario. El arrestado había construido un mueble expresamente para el cultivo de estas plantas, acondicionado de tal manera que era prácticamente autónomo. El interior estaba forrado con aislante térmico, tenía un sistema eléctrico de iluminación y ventilación que extraía el intenso olor de las plantas hacia el exterior de la vivienda. Los agentes descubrieron dentro del mueble numerosos ejemplares de distintos tamaños, y la sofisticada instalación permitía que la plantación prosperase sin que apenas se notase en el resto de la vivienda. El responable de la plantación ha sido detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública.
Mejoras en Sant Ferran
La entrada de la sede de la Policía Local de Palma, en el cuartel de Sant Ferran, está siendo sometida a obras de mejora. Los operarios han modernizado el acceso principal con la colocación de un panel que da la bienvenida a las oficinas, y a los agentes que controlan las puertas les han colocado en un moderno mostrador que, comentan ellos mismos, "queda más guapo". De hecho, las principales sedes de los tres cuerpos policiales con presencia en la ciudad, Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, acusan el paso de los años y todas ellas han necesitado en los últimos años obras de mejora para acondicionarlos a los nuevos tiempos.
Mudanza de piano
Hay aficiones musicales que requieren un esfuerzo especial. Esta semana, en la misma avenida Sant Ferran fue necesaria la intervención de un gran camión grúa para el traslado de un piano de cola. Las maniobras para bajar el instrumento desde el balcón de un primer piso atrajeron las miradas de numerosos viandantes, pendientes de la delicada elevación.
Excrementos en la puerta
Una familia de la calle Cabrera de Palma, en la Soledat, tenía especial animadversión a una vecina. Hasta el punto de que le había prohibido pasar por la puerta de su casa, en la planta baja. A modo intimidatorio habían arrojado a la entrada de su domicilio excrementos, basura y llegaron a orinar allí. Cuando a la mujer se le ocurrió bajar la basura y pasó por delante de la vivienda, madre e hijas fueron a por ella. Hasta el punto de colarse en su casa y arrancarle mechones de pelo. Fueron arrestadas poco después por allanamiento de morada y lesiones.
Déjà vu en Es Fangar
La historia se repite cíclicamente, año tras año. Bombers de Mallorca y efectivos de Ibanat se ven obligados a actuar en la finca es Fangar, en Manacor, para sofocar un incendio agrícola. El pasado martes medios aéreos y terrestres tuvieron que intervenir allí por enésima vez. Una quema de rastrojos se descontroló, ayudada por las fuertes rachas de viento. Lo único bueno es que los servicios de extinción se conocen el camino de memoria y, al empezar la temporada, aguardan la salida a este enclave para sofocar el fuego.
El poder de la familia
Esta semana un testigo declaró en un juicio en la Audiencia de Palma por una tentativa de homicidio que, al ver al acusado armado con una escopeta que se acercaba a la terraza de un bar de Peguera, se levantó, dio la vuelta y lo redujo. "Lo cogí por detrás por el cuello, la escopeta se disparó en el forcejeo, luego caímos al suelo", indicó. "Su familia cree que hice cosas que no debía haber hecho", aseguró el hombre, que arriesgó su vida para evitar una tragedia. "Es que me han metido un poco de presión la familia", reconoció. La presidenta del tribunal intervino de inmediato y le dijo al testigo que procedería a deducir testimonio, ya que estos hechos son delito, ya que no se puede coaccionar ni presionar a un testigo. "Si usted recibe más presiones tiene que comunicarlo", indicó la magistrada. El hombre incluso trató de justificar su providencial acción: "Yo lo hice jugándome la vida".
Solidaridad con la perrita
Decenas de ciudadanos de la isla se han solidarizado con la perrita que sufrió una paliza y que fue hallada gravemente herida junto a un contenedor en Son Ferriol. Muchos vecinos han llamado al periódico para preocuparse por el animal y han acudido a la clínica veterinaria donde está ingresada para ofrecer su ayuda para su recuperación.
