Carlos Peña lleva casi dos años entre rejas por matar a su expareja, Xue Sandra Saura, y causar quemaduras a su hijo común de 22 meses, a los que roció con gasolina y prendió fuego en Alcúdia. Él mismo confesó el crimen, cometido horas después de que la mujer diera por rota su relación y todavía pendiente de juicio. Como informó en exclusiva DIARIO de MALLORCA, la jueza lo ha procesado por delitos de asesinato -uno consumado y uno en grado de tentativa- e incendio.

La brutal agresión se produjo a primera hora de la mañana del 29 de julio de 2016. Peña se presentó en la casa que hasta el día anterior había compartido con las víctimas, en el Camí d'es Moro, con una botella de plástico llena de gasolina. Se coló en la vivienda, donde su ya expareja y el bebé dormían.

La mujer, alertada por el ruido que hizo al entrar, salió de la habitación y se topó con el hombre. Peña la roció con el combustible y le prendió fuego con un mechero. Envuelta en llamas, Xue Sandra corrió en busca de su hijo para salvarlo, ya que el incendio se estaba extendiendo por el cuarto. Con el bebé en brazos, saltó por una ventana y logró llegar al coche, con el que huyó a casa de su madre.

La mujer sufrió quemaduras en el 80 por ciento del cuerpo. Fue trasladada en estado muy grave al hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde permaneció ingresada cinco semanas antes de morir. Xue Sandra salvó la vida de su hijo, que padeció quemaduras en el diez por ciento del cuerpo, contusiones y hematomas, pero logró recuperarse.

El agresor fue detenido por la Guardia Civil el mismo día del crimen machista. Confirmó que actuó por celos, ya que sospechaba que la víctima mantenía una relación con otro hombre. "Si no estás conmigo, no estarás con nadie", admitió haberle espetado cuando le prendió fuego. El hombre, sin embargo, afirmó que no quería acabar con la vida ni de su mujer ni de su hijo: "Solo quería darle un susto y se me fue de las manos". Además, sostuvo que estaba ebrio y bajo los efectos de la cocaína y el LSD consumidos la noche anterior.