¿Cómo podía un niño de seis años pilotar una moto de 1.000 centímetros cúbicos? Esta es la pregunta que trata de responder el equipo de atestados de la Policía Local después de que el pasado martes un pequeño de esa edad se accidentara con una Kawasaki en la calle Plató, en Son Ferriol, y sufriera graves heridas. Inicialmente los agentes que intervinieron en el siniestro pensaban que el menor iba de "paquete", sentado sobre el depósito de la moto y que el conductor se había dado a la fuga tras el siniestro. Sin embargo, la declaración de un testigo les dejó perplejos: el niño iba solo. Ahora las gestiones se centran en determinar cómó pudo un niño de tan corta edad llegar a poner en marcha el pesado vehículo.

El accidente, uno de los más extraños registrados en los últimos años, ocurrió el pasado martes por la tarde, en la calle Plató de Son Ferriol, cuando una motocicleta Kawasaki de 1.000 centímetros cúbicos se estrelló contra unos coches aparcados.

Hasta ahí nada anormal. Pero los agentes de la Policía Local y la ambulancia que llegaron en primera instancia al lugar del siniestro se encontraron con que junto a la moto había una única persona: un niño de seis años.

El pequeño presentaba una fractura en una pierna y múltiples contusiones, por lo que fue evacuado de inmediato a Son Espases. Inicialmente fue atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Pediatría, pero su evolución fue favorable y al día siguiente fue trasladado a una habitación en planta, donde seguía ayer.

Los agentes que se encargaron de confeccionar el atestado pensaron que el niño iba como "paquete" en la moto, sentado sobre el depósito del vehículo, pero rápidamente empezaron a ver detalles que no les cuadraban.

La moto accidentada es propiedad del primo del niño. ¿Su propio primo había dejado al pequeño abandonado tras el siniestro? Además, era muy raro que no hubiera sufrido ninguna herida dada la violencia de la colisión. Pero la declaración de un testigo les dejó asombrados. Esa persona manifiestó que había visto la moto en marcha y el niño era el único ocupante.

Los agentes tratan de determinar cómo pudo un niño tan pequeño poner en marcha una moto tan grande y pesada. De entrada, el menor una vez sentado no alcanzaría a poner una marcha.

Por ahora los agentes estudian la posibilidad de que la moto tuviera una marcha puesta, que el niño le diera al contacto y que el vehículo se pusiera en marcha con él encima. De acuardo con las investigaciones policiales, el menor apenas condujo la moto unos veinte metros antes de chocar con los coches, pero aun así resulta casi inconcebible que pudiera hacerlo solo.

Los agentes están a la espera de poder hablar con el menor para desvelar el misterio.