La Guardia Civil ha desarticulado en la operación Luidar una veintena de puntos de droga, tanto en Palma como en la Part Forana, pertenecientes a los clanes de narcotraficantes conocidos como "El Seco" y "La Carmen". La intervención policial ha puesto de manifiesto que los detenidos controlaban todo el proceso de producción, procesamiento y venta de marihuana, desde el cultivo de las plantas en pisos habilitados, hasta el secado en un gran laboratorio y la distribución en puntos de venta repartidos por toda la isla.

Los agentes del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algaida, responsables de la investigación, estaban ayer volcados en los interrogatorios de los más de treinta detenidos en la operación, con la intención de concluir los atestados y ponerlos hoy mismo a disposición judicial.

Las investigaciones policiales pusieron de manifiesto que los dos clanes desarticulados controlaban el menudeo de droga en Palma, donde contaban con numerosos puntos de venta, repartidos en diferentes barriadas, como el Polígono de Levante, La Soledad o Verge de Lluc. De las cerca de treinta viviendas que fueron allanadas por los agentes en la espectacular operación desarrollada durante la mañana del jueves, unas veinte eran pisos donde se vendía droga.

La otra decena de domicilios registrados albergaba plantaciones "indoor" de marihuana -los agentes descubrieron ocho de ellas, con miles de plantas en proceso de crecimiento-, así como un gran laboratorio-secadero donde la droga era procesada y distribuida en bolsas para su venta.

Pero las organizaciones desarticuladas traficaban también con otras drogas. En el transcurso de la operación los agentes se incautaron de unos 220 gramos de heroína, 40 de cocaína y cuatro kilos de hachís.

Al parecer los dos clanes desarticulados habían cobrado gran fuerza en los últimos meses, coincidiendo con el declive del poblado de Son Banya, donde el narcotráfico da sus últimos coletazos, acosado por la presión policial y a punto de ser desmantelado por el Ayuntamiento.

En la fase final de la operación Luidar, desarrollada durante la mañana del jueves, participaron casi doscientos agentes de la Guardia Civil, que irrumpieron de forma simultánea en la treintena de domicilios sospechosos. La operación se saldó con 32 detenidos. Uno de ellos llegó a atacar con un machete a un guardia, que sufrió contusiones durante el forcejeo que mantuvo con él para reducirle.