La autopsia practicada ayer al cadáver de José Francisco Lozano, el hombre de 47 años hallado muerto el domingo en un pozo en Valldemossa, se suicidó. El forense concluyó que la víctima, que estuvo cinco días desaparecida, falleció desangrada tras autolesionarse. La Guardia Civil no ha encontrado ningún indicio de mano criminal en la escena.

Lozano, residente en Palmanyola (Bunyola), padecía un trastorno psiquiátrico. El hombre desapareció el pasado martes con un Opel Astra. Durante varios días se llevó a cabo un operativo de búsqueda para dar con él.

El domingo a mediodía la Policía Local de Valldemossa encontró el vehículo, aparentemente despeñado, en una zona escarpada a las afueras del pueblo. Cerca del automóvil, en el interior de un pozo, hallaron el cadáver de Lozano. El cuerpo fue recuperado por los especialistas del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil.

La autopsia certificó ayer que el hombre murió desangrado debido a unos profundos cortes en las muñecas que, según todos los indicios, se habría autoinfligido para quitarse la vida.