La Policía Local de Llucmajor ha puesto en marcha una campaña de control de perros sueltos. Lo comprobó en sus propias carnes un vecino de Maioris que el pasado lunes sobre las nueve de la noche estaba paseando su mascota, un schnauzer pequeño, por la zona. De repente fue interceptado por un agente, que le impuso una sanción por llevar el animal suelto. Al parecer el policía estaban realizando una vigilancia específica antiperro a esa hora, justo antes de cenar, cuando los vecinos sacan a pasear a los animales. El vecino no se lo podía creer. ¿Esto está prohibido? ¿Y si lo llevo por el campo? Pues tampoco se puede. El policía le explicó que hay instrucciones del Ayuntamiento de tener tolerancia cero ante estas prácticas. Así que ya lo saben, propietarios de mascotas. Llévenlas atadas si no quieren arriesgarse a una multa.
“prohibido vender drogas”
La operación policial contra la venta de droga y la inmigración irregular en Son Gotleu dejó escenas surrealistas. En la cristalera de uno de los bares inspeccionados había colgado un cartel que rezaba así: "Prohibido vender drogas en este acera (sic). Si ignora esta advertencia, llamamos a la Policía". La cuestión es que los agentes encontraron en el establecimiento papelinas de cocaína listas para su venta. Y el dueño del local acabó detenido por tráfico de drogas.
una foto de su hermano
A mediados de 2016 la Guardia Civil detuvo a un hombre en Palma por distribuir pornografía infantil a través de Internet. Durante la operación, que se saldó con varios arrestados en toda España, los agentes se llevaron varios ordenadores y discos duros del domicilio del acusado. Entre los archivos había decenas de vídeos y fotografías de niños y adolescentes en actitud sexual. Esta semana el hombre ha aceptado una condena de dos años de prisión por corrupción de menores. La magistrada dictó sentencia y ordenó la destrucción de todo el material informático incautado. El condenado pidió entonces recuperar uno de los archivos intervenidos: una foto de un hermano fallecido hace poco.
lección de profesionalidad
Algunos policías deberían ser condecorados por su memoria. Esta semana, un miembro del grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional declaró en la Audiencia en un juicio a dos acusados de narcotráfico. La investigación se llevó a cabo hace cinco años, pero el funcionario fue capaz de explicar las fechas de los pinchazos telefónicos, su contenido, las relaciones que mantenían los sospechosos y su papel en la red. Todo sin un solo papel.
pareja de conveniencia
Esta semana han sido condenados en Palma dos hombres, un nigeriano y un español, por favorecimiento de la inmigración ilegal por acordar un matrimonio de conveniencia. En realidad, se trataba de formar una pareja de hecho entre el español y una mujer nigeriana, a cambio de 3.000 euros, para que así esta última pudiera regularizar su situación en España. Estos hechos ocurrieron hace un par de años en Palma. Los dos acusados, un ciudadano nigeriano que medió en la operación y un español que se iba a registrar como pareja de hecho con la mujer nigeriana reconocieron los hechos ante la sala y se conformaron con sendas penas de multa.
su único vicio: la lectura
La Audiencia de Palma juzgó esta semana a una asistenta por presuntamente apropiarse de casi 100.000 euros del anciano nonagenario al que cuidaba. La acusada negó los cargos y recalcó que ella sacaba el dinero del cajero que el perjudicado le mandaba. La sospechosa, al ser preguntada si el hombre tenían algún vicio, respondió que jugaba a la Primitiva, la Bonoloto, la Lotería, los ciegos y que semanalmente se podía gastar 50 euros. En cambio, la hija de la víctima destacó que su padre no tenía ningún vicio: “No fumaba ni bebía”. El yerno del perjudicado fue aún más tajante: “Mi suegro solo tenía un vicio, la lectura”.
intoxicadas en el ascensor
El pasado fin de semana varias empleadas de un hotel de la zona de Cala Millor resultaron intoxicadas al quedar encerradas en un ascensor del establecimiento e inhalar humo. Las trabajadoras fueron rescatadas por el propio personal del hotel. Quedaron bloqueadas dentro del ascensor y, según parece, empezó a salir humo del elevador, por lo que varias respiraron la emanación y sufrieron una intoxicación leve.
sorprendidos in fraganti
El domingo de la semana pasada, una patrulla de paisano de la Policía Local de Palma de vigilancia en la zona de Son Güells se fija en una furgoneta que circula anormalmente lenta junto a una finca de naranjos. En un momento dado el vehículo se detiene y uno de los pasajeros sube al techo, salta la valla y entra en el huerto. Poco después sale cargado con dos bolsas de naranjas. Los agentes interceptan el vehículo e identifican a los ocupantes. Se trata de dos indigentes, que viven en un piso ocupado de las proximidades. La Policía se incautó de las naranjas sustraídas.
