La Audiencia de Palma inició ayer el juicio con las cuestiones previas contra dos ciudadanos rumanos de 41 y 43 años acusados de una oleada de robos en chalés de lujo en Costa den Blanes y Santa Ponça, en Calvià, en 2016 y 2017.

La fiscal, que reclama 21 años de cárcel para los dos sospechosos, destacó ayer ante el tribunal de la sección segunda que los hechos son muy graves y los presuntos asaltantes, "muy peligrosos". Ambos se encuentran en prisión. Están acusados de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada por desvalijar siete domicilios, de donde presuntamente se apoderaron de valiosos relojes Rolex, Hublot, Bulgari, Cartier, Piaget, Chopart o Tag Heuer, además de otras preciadas joyas.

Uno de los encausados, de 41 años, también deberá responder por un delito de robo con violencia en grado de tentativa, otro de lesiones, y por resistencia grave a la autoridad, ya que en la tarde del 21 de enero de 2017 irrumpió en una vivienda de Santa Ponça, donde fue sorprendido por la moradora, a la que empujó e hizo que se golpeara contra la pared. La perjudicada resultó herida con contusiones en la cabeza y el codo y sufrió un trastorno de adaptación con ansiedad. La víctima precisó tratamiento médico y tardó en curar cien días, según la versión de la acusación pública.

El supuesto asaltante logró entrar en el inmueble tras saltar una valla de más de dos metros y romper una ventana haciendo palanca. Cuando la Policía Local de Calvià acudió al lugar para detenerle, el hombre presuntamente propinó patadas a dos agentes, a quienes causó heridas en las piernas y un brazo, así como traumatismos en otras partes del cuerpo. Por estos hechos, la fiscalía solicita para él 12 años y cinco meses de prisión, mientras que para su colaborador pide ocho años y nueve meses de cárcel.

Ayer por la mañana, uno de los abogados defensores pidió la nulidad del auto judicial que acordó la entrada y registro en el domicilio de su representado en la urbanización Bahía Grande de Llucmajor, en enero de 2017, al considerar que no estaba suficientemente motivado. El letrado también solicitó la nulidad de todas las pruebas que se hayan obtenido a raíz del registro. El defensor planteó como cuestión previa que se había vulnerado el derecho fundamental de inviolabilidad del domicilio. Según su versión, no había justificación para inspeccionar el inmueble del acusado.

Tanto la fiscal como los abogados de la acusación particular se opusieron a la cuestión previa planteada y pidieron que se desestime. El ministerio público recalcó que los hechos son graves, producidos con reiteración y los acusados son "muy peligrosos".

Agosto de 2016

El primer golpe de los dos sospechosos se produjo el pasado 14 de agosto de 2016, por la noche, cuando ambos saltaron un muro de 2,3 metros de altura y entraron en el domicilio de un extranjero en Calvià, donde trataron de robar, pero no lo consiguieron.

En la tarde del 26 de noviembre de 2016, entraron por la puerta del jardín y, tras trepar un piso, accedieron a una vivienda de Costa den Blanes, de donde se apoderaron de joyas y relojes de oro y brillantes. También robaron 4.500 dólares y 8.000 euros en una caja de seguridad anclada en un armario del dormitorio, que tuvieron que arrancar. La caja posteriormente fue localizada rota con una piedra en el jardín del inmueble.

Esa misma tarde, entraron en otra casa de la misma calle tras arrancar el marco de una puerta. Allí, se hicieron con un Rolex.

Entre la tarde del 19 de diciembre de 2016 y la madrugada del 20, accedieron a una casa, también en Costa den Blanes, después de romper el cristal de una ventana. Se llevaron joyas y relojes Hublot y Bulgari. Días después, el 27 de diciembre de 2016 saltaron un muro de dos metros y destrozaron una puerta de una casa en la misma urbanización, si bien no llegaron a entrar al ser sorprendidos. Esa tarde, sí que consiguieron irrumpir en otro chalé de Costa den Blanes tras saltar una valla. El botín consistió en 300 euros y joyas valoradas en 6.800 euros. El 2 de enero robaron en Santa Ponça.