La magistrada que instruye la causa ha acordado mantener en prisión provisional, comunicada y sin fianza al autor confeso del crimen, Carlos Peña. Tras una vista celebrada esta semana, la jueza entiende que no han variado las circunstancias por las que se acordó encarcelar al acusado tras su detención.

El hombre sostuvo en su primera declaración judicial que no quería matar a su expareja y su propio hijo. "Solo quise darle un susto y se me fue de las manos", dijo. Además, afirmó que cuando ocurrieron los hechos estaba ebrio y bajo los efectos de la cocaína y el LSD que tomó la noche anterior.