La magistrada que ordenó el pasado sábado el ingreso en prisión del parricida confeso de Costa den Blanes ingreso en prisión del parricida confeso de Costa den Blanes destaca el riesgo de que el joven vuelva a atacar a su madre, que resultó gravemente herida y fue evacuada crítica al hospital de Son Espases tras recibir 21 cuchilladas. La juez de guardia de Palma, en un contundente auto, detalla la fijación continua que el sospechoso, Bogdan K., ucraniano de 27 años, tenía con las dos víctimas: su progenitora, Elena K., de 46 años, y su padrastro, el empresario mallorquín Pere Antoni Serra Crespí, de 61 años, al que presuntamente mató tras asestarle unas 25 puñaladas con una bayoneta y un gran cuchillo de cocina el pasado jueves por la noche en su chalé de Costa den Blanes (Calvià).

El joven detenido fue encarcelado por orden judicial, acusado inicialmente de un homicidio consumado y otro en grado de tentativa, ante la gravedad de los hechos que se le imputan y para evitar el riesgo de fuga y garantizar la integridad física de la víctima.

La magistrada de guardia de Palma resalta en su resolución la agresividad de la conducta desplegada por Bogdan K., la frialdad de su actuación y la absoluta desproporcionalidad en su respuesta ante reproches familiares porque no trabajaba. Así, tiene en cuenta su carácter agresivo y el riesgo de que arremeta de nuevo contra la víctima, su progenitora, que fue hospitalizada en estado muy grave la noche del jueves.

En referencia al riesgo de fuga, el auto judicial señala que los hechos son muy graves, que conllevarían penas muy elevadas de prisión, por lo que se aprecia la existencia de riesgo de que el sospechoso pueda evadirse de la justicia. Además, Bogdan K. no tiene trabajo ni lo ha tenido de forma estable nunca y no cuenta con arraigo familiar en la isla, únicamente por su madre, a la que intentó matar a puñaladas en la vivienda familiar, el chalé de la calle Santa Lavinia en la urbanización de Costa den Blanes. El sospechoso tiene nacionalidad ucraniana y, en consecuencia, según la magistrada, tiene una vinculación con un estado al que podría acabar fugándose, lo que impediría su enjuiciamiento. Además, el propio Bogdan K. reconoció carecer de arraigo alguno.

No se arrepiente

El arrestado, un muchacho amante de las armas y de todo lo militar, confesó ser el autor del crimen tanto ante los investigadores de la Guardia Civil como en el juzgado de guardia de Palma. El joven fue muy frío, no mostró ningún tipo de arrepentimiento por sus actos e incluso trató de justificar el brutal crimen alegando que su madre y su padrastro le trataban de forma incorrecta y le agobiaban reprochándole que era un vago, que no estudiaba ni trabajaba.

Desde el primer momento, Bogdan K., que fue detenido con el rostro, las manos y su ropa ensangrentada en la vivienda donde se produjo el homicidio, mostró una intención clara de matar tanto a su padrastro como a su progenitora.

De esta forma, ante un mero reproche que le hizo su madre por no tener trabajo el pasado jueves por la noche, el joven subió a su habitación, cogió una bayoneta del interior de una caja, bajó al piso inferior y clavó el arma blanca en la zona de las costillas a Elena K., tal como él mismo reconoció en su declaración.

Acto seguido, su padrastro, alarmado por los gritos, descendió de la planta superior con un palo de billar con el que golpeó en la cabeza a Bogdan K. para que este dejara de acuchillar a su madre.

Entonces, el sospechoso se revolvió contra Pere Antoni Serra Crespí, natural de sa Pobla, y también le apuñaló con la bayoneta en el pecho. Luego, tiró el arma blanca al jardín del domicilio colindante y, al ver que ambos aún respiraban, se fue a la cocina donde cogió el cuchillo de mayor tamaño con el que les apuñaló de nuevo, según admitió el joven.