Después de dar numerosos gritos, un joven comenzó a pegar patadas en puertas, paredes, muebles y hasta en el ascensor comunitario. El motivo: su madre se había negado a darle veinte euros con los que presumiblemente pretendía comprar droga. El hostigamiento a su hermana y a su hermana eran continuos. Agentes de la Policía Nacional le detuvieron por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar.

Los hechos ocurrieron sobre las diez de la mañana del pasado día de Año Nuevo en un domicilio situado en la calle Begoña, en el barrio palmesano de Cas Capiscol. Cuando la madre se encontraba con su hija en la vivienda, el hijo, de 26 años, apareció con su novia y le pidió veinte euros a su progenitora. La negativa fue respondida con un estallido de furia de su vástago.

El joven comenzó a propinar patadas en las puertas, paredes y muebles. Además, sacó una navaja y amenazó con ella a su madre para que le diera el dinero por la fuerza. Los destrozos no pasaron inadvertidos a los vecinos, que llamaron a emergencias.

Una patrulla de la Policía Nacional se personó poco después en el domicilio de la calle Begoña. Nada más entrar, los agentes encontraron numerosos destrozos en el interior. Había cristales rotos de puertas y ventanas. Al parecer, los episodios de ira del hijo se habían vuelto más frecuentes en los últimos meses, desde que había muerto su padre. En una ocasión robó un televisor a la madre y joyas a su hermana. Los agentes de la Policía Nacional le detuvieron por malos tratos en el ámbito familiar.