La fiscal reclamó ayer una condena de dos años y once meses de prisión para un hombre extranjero por vender una pastilla de éxtasis a una turista británica en Magaluf el pasado verano. El sospechoso, que está preso, negó los cargos de forma tajante. Rechazó dedicarse a traficar con drogas. Según su versión, el pasado 21 de julio de 2017 no entregó un comprimido de éxtasis a una joven inglesa y tampoco depositó una bolsita de plástico con marihuana en una papelera. El acusado alegó que ese día recogía chatarra en Magaluf cuando fue detenido por la Policía Local de Calvià.

Dos agentes manifestaron ayer en el juicio que la turista les confirmó que pagó ocho euros por una pastilla. Según explicó, entregó al sospechoso un billete de cinco euros, una moneda de dos euros y otra moneda de un euro a cambio del éxtasis. La muchacha indicó que en un primer momento el hombre le ofreció marihuana pero ella no quiso y luego le propuso que comprara MDMA. Precisamente, al ser interceptado el sospechoso, la Policía le intervino los ocho euros fraccionados de esta manera. "El dinero que le encontramos encima coincidía con lo que nos dijo la chica", apuntó uno de los investigadores.

La fiscal acusa al ciudadano extranjero de un delito contra la salud pública con la circunstancia agravante de reincidencia, ya que ha sido condenado en dos ocasiones por hechos similares. Por este motivo, su petición de pena se dispara a los casi tres años de prisión. Ayer al mediodía, la representante del ministerio público solicitó que se le sustituya la condena por la expulsión de España durante siete años. Por su parte, la defensa reclamó la libre absolución.

El hombre detalló que lleva diez años en España y que está casado con una española, que vive y trabaja en Palma.

Los hechos enjuiciados se remontan al pasado 21 de julio cuando el extranjero fue arrestado en Magaluf después de que presuntamente vendiera una pastilla de éxtasis a una turista británica por ocho euros y depositara en una papelera cuatro envoltorios con marihuana en las inmediaciones de las calles Galeón y s'Olivera. El encausado negó ayer los hechos. Explicó que estaba recogiendo chatarra y que tenía allí sus cosas cuando fue interceptado por los agentes. Según él, fue el único que no salió corriendo cuando se personó la Policía.

En cambio, los agentes recordaron que les llamó la atención su actitud sospechosa y vieron una transacción con una joven. Uno de ellos se entrevistó con la turista quien les confirmó que le había comprado un éxtasis por ocho euros. Mientras, el otro policía identificó al hombre y le detuvo.