Un hombre de 35 años ha sido detenido este fin de semana por agredir a su madre durante una discusión por la cena. El sospechoso pretendía que la víctima le diera parte de su comida tras acabarse la suya y acabó propinándole un manotazo en la cara que la tiró al suelo. El acusado estaba ebrio y admitió que cuando bebe se pone "de mal humor", aunque dijo no recordar la agresión.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado, poco antes de las once de la noche. Una mujer alertó a la Policía Local de Palma desde Barcelona. Según contó, estaba hablando con su hermana residente en la isla por teléfono y escuchó como su sobrino empezaba a gritarle antes de que la comunicación se cortara. La mujer dio la dirección de su familiar, en la zona de La Vileta, y una patrulla acudió al lugar.

La perjudicada, de 57 años, explicó a los policías que esa noche había pedido una pizza y pollo para que ella y su hijo cenaran. El hombre se comió la pizza y pidió a su madre que le diera parte de su cena. La mujer se negó y el acusado le dio entonces un manotazo en la cara, por lo que la mujer tropezó y cayó al suelo. La víctima decidió entonces hacerle un bocadillo a su hijo, pero el hombre acabó estampándolo contra una pared.

Los policías encontraron al sospechoso en uno de los dormitorios de la vivienda. Estaba ebrio y quedó detenido por un delito de lesiones en el ámbito familiar. El acusado admitió que había discutido con su madre, pero dijo no recordar que la hubiera agredido. La afectada no quiso denunciar los hechos ni recibir atención médica.