La borrasca Anaborrasca Ana, con vientos de hasta 97 kilómetros por hora, se dejó sentir con fuerza ayer en Mallorca, donde provocó decenas de incidentes, la mayor parte de poca gravedad. Lo peor estaba en la costa de Santa Ponça, donde proseguía la búsqueda de Steeve Alex Nopere, el ciudadano belga de 34 años que fue arrastrado por una ola el domingo ciudadano belga de 34 años que fue arrastrado por una ola el domingo por la tarde cuando pescaba con un amigo junto al mar. La tormenta se ha notado especialmente en los aeropuertos del centro de Europa, donde numerosos vuelos fueron cancelados y atrapó a cientos de viajeros mallorquine, que vivieron su particular odisea para regresar a casa. Las previsiones apuntaban a que la situación meteorológica se normalizará hoy.

El primer incidente grave, y el peor, fue la desaparición del ciudadano belga, engullido por una ola el domingo cuando pescaba junto a un amigo en una zona de rocas de Santa Ponça. Salvamento Marítimo de Palma puso en marcha esa misma tarde un operativo de búsqueda en condiciones muy adversas, que prosiguió sin éxito a lo largo del día de ayer.

La tormenta, con fuertes vientos y gran oleaje, alcanzó la isla a primera hora de la mañana de ayer, y de inmediato la central de emergencias 112 empezó a recibir los primeros avisos. Fue un día duro para los Bombers de Palma, que tuvieron que hacer frente a decenas de servicios, muchas veces simultáneos.

Árboles desplomados

Desde los diferentes organismos de emergencia informaron que, en la mayoría de los casos, los servicios fueron de poca gravedad y en ningún caso hubo daños personales. Se trataba sobre todo de elementos de las casas, como persianas o toldos, que se desprendieron por la fuerza del viento y amenazaban con caer al vacío.

Los incidentes más graves fueron provocados por árboles que se desplomaron a causa del viento. Uno de estos siniestros se produjo en la calle Ciudad de Querétaro, en el Polígono de Levante, donde un árbol de gran tamaño cayó sobre dos coches estacionados sobre las diez de la mañana,

La caída de árboles se repitió posteriorente en la calle Pins, en Can Pastilla, en Manacor y en el Port d'Andratx. Los bomberos tuvieron que trocear los troncos de los árboles para poder retirarlos. En algunos casos provocaron grandes desperfectos en los coches estacionados.

La tormenta se dejó sentir en el mar, con olas de hasta cuatro metros de altura en el sur de Mallorca. El oleaje provocó daños en distintos puntos de la isla. Los populares chiringuitos de Ciutat Jardí sufrieron grandes desperfectos, mientras que en la primera línea de s'Arenal la mayoría los comerciantes optaron por cerrar sus negocios ante el embate del viento.

Las olas sobrepasaron ayer por la mañana el paseo marítimo del Molinar e inundaron la calle Vicari Joaquim Fuster.

El temporal provocó también varios desprendimientos. Las brigadas de mantenimiento del Consell tuvieron que actuar en el túnel de Son Vich, en Peguera. Allí una gran tela dispuesta para retener desprendimientos en el interior del túnel fue arrancada por el viento y quedó colgando sobre el carril izquierdo por donde circulan los vehículos. Los operarios la retiraron rápidamente ante el peligro que suponía. En el casco urbano de Andratx se produjo otro desprendimiento.

El aeropuerto de Palma tuvo que cancelar tres vuelos, uno de llegada y dos de salida. También fueron cancelados cuatro vuelos en Eivissa. El temporal obligó a mantener cerrado durante la mañana los puertos de Eivissa y La Savina, en Formentera.

La situación tendió a mejorar durante la tarde, lo que permitió que el 112 rebajara la alarma de naranja a amarillo, aunque durante el día de hoy el mar seguirá revuelto, con olas de hasta tres metros.