Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos hermanos de 40 y 46 años, dueños de dos establecimientos de compraventa de oro de Palma, y a cuatro de sus empleados, como presuntos autores de una trama de receptación a gran escala de objetos procedentes de robos. En la operación los investigadores se incautaron de cerca de 90.000 euros en efectivo, así como de numerosas joyas y documentación.

La investigación, según informaron ayer fuentes de la Policía, se inició a principios de este año, después de que los agentes detectaran diversas irregularidades en la documentación durante una inspección que realizaron en dos establecimientos de compraventa de oro de Palma, propiedad de dos hermanos.

La Policía sospechaba que los dos empresarios podrían estar dedicándose a adquirir en sus establecimientos objetos procedentes de robos, y que presuntamente falseaban sus registros para ocultar estas operaciones.

De esta manera conseguían grandes beneficios, ya que adquirían estos artículos a precios muy por debajo al de mercado.

Las pesquisas se mantuvieron a lo largo de varios meses para tratar de demostar que estos dos establecimientos eran utilizados como centros de receptación por parte de diversos delincuentes. Los ladrones sabían que podrían dar salida aquí a los objetos sustraídos, en especial joyas.

Finalmente, la semana pasada se procedió a la detención de los dos propietarios, así como de cuatro de sus empleados. Los seis están acusados de un delito continuado de receptación, otro de falsedad en documento mercantil y otro de blanqueo de capitales.

Los responsables de la operación consideran que los dos establecimientos se habían convertido en centros de receptación y salida para gran parte de los delitos contra el patrimonio cometidos en la ciudad.

De esta manera la Policía Nacional habría asestado un duro golpe al mercado negro de joyas robadas.