Los Bombers de Mallorca continúan en la zona devastada por las llamas en el polígono de Marratxí. Un retén de guardia del parque de Calvià ha permanecido esta madrugada en las naves siniestradas como medida preventiva, ya que todavía hay puntos calientes.

El gran incendio industrial se desató el pasado sábado al mediodía en la calle Licorers, esquina con el Camí de Muntanya, y no fue controlado hasta el domingo a las ocho de la mañana. Diez naves se vieron afectadas. Tres de ellas, una de serigrafía y estampación de camisetas, unas oficinas y una distribuidora de artículos de souvenir, quedaron destruidas, mientras que otras siete sufrieron daños, pero de menor consideración y se pudieron salvar.

El fuego todavía no se ha dado por extinguido de forma oficial, ya que los bomberos continúan en el polígono por precaución. Esta madrugada, tres especialistas del parque de Calvià se han quedado en las instalaciones quemadas y hoy por la mañana seguirá otro retén, también de Santa Ponça, pendiente de que los pequeños rescoldos se apaguen por sí solos.

En las naves devastadas se acumulaba mucho género, maquinaria y vehículos. Entre los productos que han ardido hay aerosoles, disolventes, plásticos y resinas que son altamente combustibles, por lo que las tareas de extinción han sido muy dificultosas. No hay peligro de que el fuego se reavive desde el pasado domingo, ya que el siniestro quedó confinado y delimitado.

Ahora, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil investigan las causas del voraz incendio, pesquisas muy complicadas si se tiene en cuenta la gran carga de fuego que hubo y que las naves quedaron totalmente destruidas.