Un joven de 26 años sufrió ayer lesiones muy graves en un accidente de tráfico causado por una conductora ebria en Palma. Su estado era crítico. La víctima viajaba en el turismo pilotado por la mujer, que se estrelló de madrugada contra una palmera en la calle Manacor. La chica, de la misma edad, sufrió lesiones menos graves e ingresó también en un hospital, donde un análisis de sangre reveló una tasa de alcohol en sangre casi cuatro veces superior a la máxima permitida. La Policía Local estaba a la espera de tomarle declaración para imputarla formalmente y apunta a la combinación de alcohol y exceso de velocidad como causa del accidente.

Los hechos ocurrieron hacia las doce y media de la madrugada de ayer, explicaron fuentes policiales y sanitarias. Según los datos obtenidos por los investigadores, un Seat Ibiza circulaba por la calle Manacor en dirección a la rotonda de Can Blau cuando, a la altura del número 82, frente al bingo Rosales, la conductora perdió el control.

El coche impactó con el bordillo de la mediana y salió despedido. Acto seguido se estrelló contra una palmera y fue a parar a los carriles destinados al sentido contrario. Varias llamadas alertaron de lo ocurrido a los servicios de emergencias, que se movilizaron de inmediato.

Inconsciente y atrapado

Los agentes de la Policía Local encontraron a la conductora del turismo en la calle. Había salido del coche por su propio pie, mientras el joven que iba como copiloto estaba inconsciente y atrapado en el asiento. Fue su lado el que absorbió el brutal impacto contra la palmera.

Los policías solicitaron la intervención de los bomberos, que lograron excarcelar a la víctima. Los efectivos sanitarios comprobaron que presentaba varios traumatismos. Su estado era muy grave y fue trasladado de urgencia al hospital Son Espases por una UVI móvil de una empresa privada. El joven ingresó en estado crítico.

Mientras, la Policía Local trató de someter a la conductora a una prueba de alcoholemia. No fue posible por su escasa colaboración. La chica presentaba algunas lesiones de carácter menos grave, y fue trasladada por una ambulancia del Ib-Salut al mismo centro hospitalario.

Los facultativos, tras comprobar que su vida no corría peligro, la sometieron a un análisis sanguíneo. La prueba reveló que su tasa de alcohol era de 1,77 gramos por litro de sangre. El resultado equivale a 0,88 miligramos por litro de aire espirado, casi cuatro veces más del nivel máximo permitido.

La Policía Local elaboró un atestado para esclarecer en qué circunstancias se produjo el siniestro. La calle Manacor estuvo casi una hora cortada a la circulación, por la atención a las víctimas, las pesquisas de los agentes y el trabajo de una brigada de Emaya, que retiró los restos del turismo desperdigados sobre el asfalto.

Las pesquisas apuntan a una combinación del consumo de alcohol y el exceso de velocidad de la conductora como causas del accidente. Según algunos testigos, el coche circulaba mucho más rápido de lo permitido en la calle Manacor cuando perdió el control del Seat Ibiza.

La investigación, sin embargo, estaba ayer en fase inicial. Los policías encargados del caso estuvieron en contacto a lo largo del día con el hospital Son Espases para conocer la evolución de los dos heridos. Los agentes tenían previsto tomar declaración formalmente a la conductora del turismo en cuanto fuera posible para tratar de esclarecer las causas del siniestro.

Con los resultados de la analítica, la sospechora será interrogada como presunta autora de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y lesiones imprudentes.