La Audiencia de Palma juzgó ayer a cinco hombres, dos de ellos empresarios, por presuntamente dedicarse a introducir y vender cocaína en la isla entre octubre de 2015 y el 21 de diciembre de ese año. Los sospechosos supuestamente utilizaban un camión con matrícula portuguesa para transportar los alijos desde Valencia a Palma. Cuatro de los acusados se acogieron ayer a su derecho a no declarar ante el tribunal de la sección primera. Solo uno de ellos, un camionero, respondió a las preguntas de su abogado defensor para justificar que realizó varios viajes a Mallorca por asuntos de trabajo a lo largo de 2015.

La fiscalía solicitó sendas penas de seis años de prisión y multa de 90.000 euros por un delito contra la salud pública. Las defensas, que pidieron la nulidad de lo actuado como cuestión previa, reclamaron la libre absolución. El 21 de diciembre de 2015, la Policía intervino un kilo de cocaína en el camión.