Dos agentes del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Policía Nacional, de la Comisaría de Distrito Centro, han impedido la noche del jueves que un hombre acabara con su vida con los gases procedentes del tubo de escape hasta el habitáculo. La rápida reacción de los funcionarios al sospechar de las tendencias suicidas de la víctima hizo que esta reconociera sus intenciones y se arrepintiera de inmediato.

Los hechos han ocurrido en la noche del jueves a la altura del número 15 del Pasaje de Marratxí, junto al Torrent Gros. Dos agentes que estaban de patrulla repararon en los movimientos extraños que estaba realizando una persona en el interior de un vehículo. Al acercarse, los policías vieron cómo el ocupante estaba envolviendo un tubo con cinta de embalaje y en el asiento del copiloto se encontraban seis comprimidos de un medicamento y una libreta con una carta de despedida. Todos estos elementos eran señales inequívocas de que se encontraban ante un suicida.

Cuando los policías le preguntaron por los motivos por los que estaba allí estacionado, en un lugar apartado, y si sufría algún percance, el hombre se derrumbó. Comenzó a sollozar y confesó que, si no hubiera sido por los agentes, se iba a suicidar.

Al parecer, problemas laborales y personales le habían llevado a intentar suicidarse con varias pastillas que estaban en al asiento, así como con los gases que emanaban del tubo de escape. En la misiva que había escrito se despedía de sus familiares y de su pareja.