Un éxito arrollador de público alemán y continuos escándalos jalonan la existencia del Bierkönig desde que Manfred Meisel se decidiera a ponerlo en marcha allá por 1990. Enclavado en mitad de la calle Pare Bartomeu Salvà (más conocida por calle del jamón o Schinkenstraße para los germanos) su presencia ha constituido el mayor reclamo en Alemania del celebérrimo Ballermann 6 de la Playa de Palma.

No todo ha sido una abrumadora acogida de público en la particular historia del Bierkönig. Más allá del triple asesinato de Manfred Meisel, su hijo Patrick y de la empleada Claudia Leistein una serie de turbios asuntos no han parado de salpicarle. De hecho, su actual dueño Miguel Pascual Bibiloni es uno de los principales procesados en la 'Operación Sancus' por corrupción en la Policía Local.

Así, el 24 de julio de 2015 un expolicía y otro agente aún en activo interceptaron a punta de pistola un coche que transportaba la recaudación del Bierkönig en billetes. El montante era de 300.000 euros.

Unos meses después, en septiembre, la Policía Nacional detuvo a los dos asaltantes. El exagente y el funcionario aún en activo, pero expedientado. El juez envió a ambos a prisión.

El caso más grave es en el que está directamente involucrado el dueño del Bierkönig es por la presunta corrupción de agentes de la Policía Local de Palma, a los que tendría a sueldo a cambio de un supuesto trato de favor. También tendrían barra libre de servicios sexuales en un burdel situado a escasos metros: el American Table Dance.