La Guardia Civil busca a una banda de butroneros que a lo largo de este año han asaltado al menos siete supermercados en distintos puntos de Mallorca mediante el método del "rififí", que consiste en abrir un agujero en el techo del establecimiento para después descolgarse hasta el interior y acceder a las oficinas en busca del dinero de la caja fuerte. En los últimos meses han sido atacados mediante este sistema supermercados en Inca, Can Picafort, Alcúdia, Cala Rajada y Campos. La coincidencia en la forma de actuar lleva a los investigadores a sospechar que se trata de la misma banda, y que sería un grupo altamente especializado.

El último robo se produjo durante la madrugada del pasado domingo en un supermercado Müller en Inca. Los ladrones abrieron un boquete en el tejado, desde donde se descolgaron con ayuda de cuerdas al interior del establecimiento. Inutilizaron las alarmas y se llevaron una gran cantidad de efectos, como perfumes y dinero. El botín total podría superar los 40.000 euros.

Ha sido el último golpe, por ahora, atribuido a una activa banda especializada en el denominado "rififí", robos que se cometen tras abrir un boquete en el tejado para entrar en los establecimientos. Los delincuentes han entrado mediante este sistema en al menos siete establecimientos de Mallorca, con una especial predilección por los supermercados Müller.

Anteriormente hubo otro asalto similar en la madrugada del viernes 20 de este mes, en un supermercado Mercadona en Can Picafort. Los delincuentes desactivaron las alarmas y abrieron un agujero en el tejado del establecimiento, por el que entraron y se dirigieron a las oficinas. En este caso los ladrones no pudieron obtener ningún botín. La compañía de alarmas detectó que el dispositivo había sido desconectado y empleados de seguridad acudieron a comprobar qué pasaba. Los delincuentes se percataron y escaparon a toda prisa, sin poder llevarse nada de valor.

Asaltos en la Part Forana

Pero anteriormente los mismos ladrones han cometido otros asaltos con el mismo patrón. A principios de año se habrían producido robos similares en una tienda de muebles y electrodomésticos y en un supermercado Eroski de la zona de Manacor.

El pasado mes de mayo se repitió un asalto semejante, en este caso en otro Eroski de Alcúdia.

Durante el verano se perpetraron dos asaltos similares en un lapso de apenas dos semanas en el Llevant. El primero fue en el Müller de Cala Rajada. De nuevo, los ladrones abrieron un agujero en el techo y se descolgaron con ayuda de cuerdas. Una vez en el interior inutilizaron las alarmas, forzaron una ventana para acceder a la zona de oficinas y trataron de reventar la caja fuerte, aunque no lo lograron.

Dos semanas después se produjo un hecho casi calcado, otra vez en un supermercado Müller, en este caso de Campos. Esta vez los ladrones abrieron un butrón en una pared, anularon las alarmas y se dirigieron a la oficina para forzar la caja fuerte.

Los ladrones tenían estudiada la colocación de las cámaras de seguridad, porque se movieron por los lugares donde pensaban que había ángulos muertos, en un intento de no ser grabados.

En varios de los asaltos los ladrones huyeron de vacío, bien porque tuvieron que huir precipitadamente al sospechar que podrían haber sido detectados o porque no pudieron violentar las cajas fuertes. Sin embargo, en otros, los ladrones habrían conseguido cantidades importantes, de varias decenas de miles de euros.

La Guardia Civil realizó inspecciones oculares en los establecimientos asaltados y mantiene intensas gesiones para tratar de capturar a los ladrones.