La Policía Nacional sospecha que el agresor de la calle Capità Vila, el joven de origen francésjoven de origen francés detenido el pasado sábado en Palma, violó en dos ocasiones a una mujer en su domicilio y luego trató de drogarla con una docena de pastillas para finalmente pegar fuego a la casa el pasado martes. Los agentes están indagando qué tipo de fármaco le hizo ingerir. Las primeras pesquisas apuntan a que intentó sedarla con entre diez y quince comprimidos.

El Grupo de Homicidios se encuentra volcado en el caso. El sospechoso, de unos 20 años, permaneció aproximadamente dos horas en el interior de la vivienda de la víctima, situada en la calle Capità Vila de Palma. Antes de presuntamente agredirla sexualmente dos veces y de intentar drogarla, ató a la perjudicada para inmovilizarla y vencer así su resistencia.

El muchacho cuenta con varios antecedentes. Precisamente, tenía vigente una orden de búsqueda y captura porque se había fugado de un centro de internamiento de menores de la isla. En los últimos días que estuvo huido pudo cometer otros delitos.

Por ello, la Policía Nacional está investigando si perpetró algún robo con fuerza o robo con violencia semanas atrás.

De confirmarse estos nuevos hechos ilícitos, se sumarían al rosario de delitos a los que tendría que enfrentarse por el episodio en el piso de Capità Vila: dos agresiones sexuales, incendio, tentativa de homicidio o asesinato, allanamiento de morada y robo con violencia

Ayer por la tarde, el arrestado se acogió a su derecho a guardar silencio durante su interrogatorio por parte de los investigadores. El joven se negó a declarar ante los agentes de la Policía Nacional que se desplazaron hasta el hospital de Son Espases, donde fue ingresado el sospechoso.

El muchacho permaneció ayer todo el día en el área de psiquiatría porque había comunicado su intención de quitarse la vida.

Como medida preventiva para evitar que se autolesionara, fue trasladado al hospital palmesano. Allí, fue explorado por un especialista. El facultativo elaboró un informe en el que determinaba que no padecía ningún trastorno psiquiátrico grave y que se hallaba en buen estado.

La Policía también investiga si el sospechoso amenazó con un cuchillo a la víctima en su casa para conseguir las contraseñas de sus tarjetas de crédito. Tras incendiar el piso, se dirigió a un cajero, donde las cámaras captaron su presencia y así fue descubierto.