"Me llevó a empujones hasta la ventana. La persiana estaba cerrada, pero el anclaje está roto, así que cuando me dio otro empujón, se abrió y caí al vacío. No sé cómo lo hice, pero me quedé enganchada de las piernas a la persiana del piso de abajo, y los vecinos me ayudaron a entrar en su casa. Estaba muy asustada, porque si caigo abajo me habría matado seguro".

La voz de M.L. todavía temblaba ayer al recordar lo ocurrido apenas unas horas antes. La joven, colombiana de 23 años, ha perdido uno de los incisivos de un puñetazo, tiene marcas de golpes en la nariz y el antebrazo, y estuvo a punto de perder la vida al ser arrojada por la ventana de un cuarto piso en la barriada de La Soledad, en Palma. Y todo a consecuencia de una discusión sin importancia con un amigo de su pareja. La Policía Local de Palma arrestó al presunto agresor y a su novio, también colombianos de 18 y 23 años.

Según informaron fuentes de la Policía Local de Palma, el incidente ocurrió sobre las dos de la madrugada de ayer, en un domicilio de la calle Benet Pons i Fàbregas. Su central de emergencias recibió varias llamadas de vecinos, alertando de que una joven había caído por la ventana desde un cuarto piso y se había sujetado a una persiana del piso inferior. Otras llamadas denunciaban que en el domicilio se había producido un episodio de violencia doméstica. Ante la posible gravedad de los hechos acudieron con urgencia varias dotaciones policiales.

En el domicilio los agentes encontraron a una joven de 23 años, a la que le faltaba un diente, con manchas de sangre en la ropa y completamente empapada. Esta mujer, muy nerviosa, explicó que un amigo de su novio la había pegado hasta arrancarle un diente y luego la había arrojado por la ventana, en un cuarto piso de altura, aunque pudo agarrarse a la persiana del piso de abajo y entrar por ahí de nuevo al edificio. El presunto agresor fue a buscarla y la metió a la fuerza en la bañera, donde había intentado ahogarla.

En la vivienda había también dos hombres jóvenes: Juan Sebastián S.R., colombiano de 23 años y pareja de la víctima; y Juan Diego B.S.,de 18 años, el presunto agresor de la joven. Los dos hombres mantuvieron una actitud muy agresiva y se enfrentaron a golpes a los agentes, por lo que tuvieron que ser reducidos. El primero fue detenido por un delito de atentado contra agentes de la autoridad, y el segundo por intento de homicidio.

Juan Diego B.S. manifestó en ese momento que la joven estaba loca, que se había caído sola y se había roto un diente, y que había sido ella la que se había arrojado por la ventana.

Una versión muy distinta es la que daba ayer la víctima del intento de homicidio. La joven colombiana aparentaba estar todavía bajo un fuerte impacto emocional. "Me han llevado a Son Espases y allí me han dado un tranquilizante, porque estaba muy nerviosa", comentaba mientras se hacía cargo de su bebé de un año y medio, que estaba en una cuna, en la misma habitación desde donde presuntamente la habían arrojado al vacío. A la joven le falta un incisivo a consecuencia, según dice, de un puñetazo que le pegó Juan Diego. También tiene señales de golpes en la cara y un gran hematoma en el antebrazo.

"Juan Diego es un amigo de mi novio, y había venido a tomar una copa a casa", explicaba ayer la mujer. "Habían bebido mucho y estaba muy agresivo. Empezó a insultarme y yo le insulté a él. Entonces me tiró al suelo, me dio puñetazos en la cara y me arrancó un diente. Luego me llevó hasta la ventana y me empujó fuera. Y mi novio no hizo nada. Yo le pedí que me defendiera, pero él no hizo nada".

La caída, desde un cuarto piso de altura, podría haber sido mortal. "Pero pasó algo muy raro", explica la joven. "Me quedé enganchada con las piernas en la persiana de abajo, que estaba abierta, y los vecinos me cogieron y me metieron dentro de su casa".

El presunto agresor bajó corriendo al piso de abajo y rompió la puerta a puñetazos hasta que le abrieron. "Luego me llevó a la bañera", continúa la víctima, "e intentó ahogarme metiéndome el chorro de agua de la ducha por la boca y la nariz".

La joven dice que, cuando llegó la Policía, ya no se enteró de nada. Fue trasladada al hospital de Son Espases y ayer estaba pendiente de prestar declaración ante la Policía Nacional, que se ha hecho cargo del caso. "Me han ofrecido la posibilidad de ir a un centro a acogida para mujeres maltratadas, pero antes tengo que hablar con mi novio. Él nunca me ha pegado. Ahora quiero preguntarle por qué no me defendió de su amigo".