Los dos forenses que practicaron la autopsia al cuerpo de Ángel Abad, que falleció de dos tiros en su bar de Porto Cristo el pasado 24 de junio de 2014, han confirmado hoy en la tercera sesión del juicio con jurado en la Audiencia de Palma que los dos disparos fueron efectuados a una "distancia corta" de la víctima. Según su versión, los dos tiros fueron a quemarropa por las marcas que dejaron en la piel del fallecido.

Los facultativos han precisado que el perjudicado sufrió dos heridas de arma de fuego en el pecho y el cuello, pero no han podido aclarar cuál se produjo antes. Los peritos han recalcado que los dos disparos fueron "seguidos" y que Ángel Abad tuvo una "muerte rápida". Según han indicado, hubo una cierta fase agónica, "hablamos de segundos".

Los forenses también han determinado que la hora del fallecimiento de la víctima fue entorno a las siete y media de la mañana del 24 de junio de 2014.

Además de los dos orificios de bala que presentaba el fallecido en el pecho y el cuello, los médicos también detectaron un hematoma superficial en el brazo derecho. Según los peritos, el proyectil que entró por el pecho afectó al pulmón izquierdo, lo que produjo un sangrado masivo, y también al pericardio, la aorta y una vértebra. Mientras el disparo del cuello, la bala penetró por el paladar, la base del cráneo, el cerebelo y el lóbulo parietal izquierdo. Este tiro produjo un estallido craneal de la bóveda y una fractura en la base del cráneo por efecto explosivo.