El interrogatorio sobre el historial de búsquedas en Google en el ordenador del taller del sospechoso acaparó una encendida dialéctica entre el abogado de la acusación particular, Tomeu Salas, y Arnau M., el procesado. Así, el letrado le preguntó por frases tales como "el mecánico cornudo y la peluquera infiel", que aparecían en su ordenador. A lo que el acusado replicó una y otra vez con un "no sé nada".

Entre los mensajes insertados en el buscador desde este ordenador del encausado había más alusivos a la infidelidad de su esposa. "Qué se merece el que desvirgó a mi mujer", había sido tecleado. El procesado contestó al letrado de la acusación particular de la misma manera: "No sé nada". Otros rastreos en la red que aparecían en el computador era de un contenido similar. Tales como "cornudos engañados Porto Cristo".

Sin embargo, otras búsquedas en dicho ordenador hacían referencia a las armas de fuego. "Cómo hacer silenciador para pistolas de nueve milímetros", "bandas criminales de Palma", o "pistolas camufladas en bolígrafos", Arnau contestó al abogado de la acusación particular de la misma manera que a las otras preguntas que le habían formulado. "No sé nada".

Asimismo, el procesado negó taxativamente que él fuera la única persona que tecleaba en el ordenador que se encontraba en su taller. De hecho, aseguró que lo utilizaban tanto su mujer, como su hija, al igual que muchos clientes que acudían a su taller .

Durante su alocución, el procesado reforzó su versión de que desconocía el contenido en el historial de búsquedas en Google de su ordenador aludiendo a la supuesta intervención de un ´hacker´ para dejar estos mensajes.