Las referencias a la política local de la delegada del Gobierno coparon el protagonismo en la fiesta de la Guardia Civil. Probablemente Maria Salom no pudo resistir la tentación de lanzar alguna puya a Francina Armengol, que aguantó como una esfinge. Flaco favor hizo la delegada al comparar la Benemérita, como símbolo de la unidad del país, a la fiesta de los toros o a un monumento que fue erigido a mayor gloria de la Marina franquista. Pero sobre todo, porque restó atención al parlamento del coronel jefe de Balears, Jaime Barceló, que rayó a gran altura.
vuelta a casa
Barceló encara su último año al frente de la Guardia Civil de Balears. Tras casi una década de años de diáspora, en la que las obras para solucionar las deficiencias en los sótanos de la Comandancia obligaron a trasladar los actos de la Patrona a recintos tan extraños como el aeropuerto, por fin han vuelto a casa. Esta satisfacción se vio empañada por las complicaciones derivadas de la crisis independentista en Cataluña. "Tiempos difíciles", en palabras del coronel, "en los que la sociedad necesita referentes firmes". Y en los que la Guardia Civil tiene el firme propósito de "cumplir con nuestra obligación, sin prestarnos a nada más que al servicio público".
el cabo y el general
Y como muestra, recordó un incidente ocurrido allá por 1845, poco después de la creación del cuerpo. Un cabo de la Guardia Civil a caballo recibió la orden de cortar el paso de carruajes en una calle junto al Teatro Real de Madrid. Se aproximó entonces un carricoche, y el chófer conminó al cabo a que se apartara. Transportaba al General Narváez, a la sazón presidente del Gobierno. No pasó. Ni siquiera tras la intervención directa del general. Al día siguiente Narváez ordenó al duque de Ahumada, fundador y primer director de la Guardia Civil, el traslado del cabo que le había dejado en evidencia. El duque de Ahumada le entregó dos documentos a firmar a Narváez: uno, el traslado del cabo, el otro, su dimisión. "No se ha creado la Guardia Civil para que su prestigio sea pisoteado a la primera ocasión", cuentan que dijo. Narváez no firmó ninguna de las dos órdenes. Casi dos siglos después, son muchos los guardias que llevan este ejemplo a rajatabla.
galardonados
Durante el acto del pasado miércoles se impusieron condecoraciones a los guardias que se han distinguido en el servicio durante el año y a personas ajenas al cuerpo que han demostrado una especial colaboración. Entre estos últimos estaba la jueza decana, Sonia Vidal; el fiscal Julio Cano; la jefa de los Servicios Jurídicos del Estado, Dolores Ripoll; y el jefe de seguridad de la Banca March, Óscar Merino. Entre los guardias premiados estaban el propio coronel Barceló, el sargento Juan Carlos Rubert, el capitán David Navarro, el brigada Marines, el teniente coronel Orantos, el teniente coronel Godoy, el comandante Olmedo, y los tenientes Navarro, Tejero y Jimena.
homenaje a la bandera
El acto concluyó sin el tradicional refrigerio, anulado en solidaridad con los guardias y policías desplazados estas semanas en Cataluña para afrontar la crisis independentista. Numerosos guardias residentes en la Comandancia se sumaron de forma espontánea al homenaje a la bandera, exhibiendo enseñas en los balcones de sus viviendas.
deficiencias en vía alemania
Una más en Vía Alemania. La lista de deficiencias es larga en la sede judicial de Vía Alemania, en Palma. Si este verano hubo una plaga de cucarachas y pulgas y algunas sillas del juzgado de guardia están en un estado lamentable, ahora hay que añadir que uno de los mandos que controla la temperatura del aire acondicionado en la planta sótano no funciona. Y esta situación se sucede desde hace varios meses. Unos empleados taparon el dispositivo con un folio de papel en el que se puede leer que el mando está estropeado. Todo ello contrasta con las nuevas luces que han instalado en el edificio, que ahora parece una moderna clínica.
justicia desbordada
El proceso contra 37 acusados de traficar con drogas en Mallorca y Barcelona ha vuelto a dejar patente la falta de medios judiciales en la isla. El miércoles se celebró en la Audiencia de Palma una vista previa con la presencia de todos los procesados. Casi todos están en prisión y no había sitio suficiente para ellos en el único calabozo del edificio, por lo que hubo que repartirlos. Unos aguardaron hacinados en la celda, otros fueron recluidos en una sala de vistas y el resto esperó en un pasillo, siempre vigilados por la Policía. También se quedó pequeña la sala del jurado, pese a ser la más grande del edificio. Los abogados tuvieron que apretujarse en los bancos y no había togas para todos. Además, la docena de policías que custodiaban a los acusados tuvieron que sentarse en sillas traídas para la ocasión. El presidente del tribunal ya anunció que será necesario un nuevo emplazamiento, más amplio, para celebrar el juicio.
fuego en la mediana
El miércoles al mediodía se produjo un incendio en la mediana de la autopista del aeropuerto. Los Bombers de Palma se movilizaron sobre las dos y media y sofocaron el fuego, que afectó unos diez metros cuadrados de rastrojos de la zona central de la autopista de Llevant (MA-19), sentido Llucmajor. Cuidado con las colillas.
