La ‘torrada’ del pasado viernes por la noche será difícil de olvidar para Miguel. Se hallaba en su casa en una finca rústica en Sant Llorenç des Cardassar, junto a su familia, preparando la cena cuando un violento perro irrumpió en el domicilio. “Era un ca de bou que estaba suelto. Entró en casa y me atacó”, explica el vecino, que acabó en el hospital de Manacor con una mordedura en su pierna derecha.

“El perro me mordió, también mató a mi gato y se metió hasta una habitación. Yo tengo tres hijos pequeños y les podía haber atacado a ellos también. Al final, tuvimos que cerrar una puerta de casa y dejarlo encerrado. Entonces, llamamos a la Guardia Civil y esperamos afuera a que los agentes llegaran. Al final, un policía local de Sant Llorenç intervino y con un lazo lo cogió y se lo llevaron a la perrera”, detalla el afectado, visiblemente indignado debido a que un animal de estas características estuviera suelto.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes sobre las diez de la noche cuando la familia de Miguel hacía una ‘torrada’ en su casa en una finca de Sant Llorenç. Según su versión, al abrir la puerta de su propiedad para dirigirse a su coche, entró de forma inesperada un ca de bou.

Me mordió en la pierna y, por suerte, llevaba un pantalón vaquero y unas botas que me protegieron porque me retorció el calzado por encima del tobillo”, añade el perjudicado.

Su familia se llevó un susto de muerte al ver el can, que estaba muy nervioso. “Cuando el animal vio el gato fue a por él y lo mató. Lo destrozó. Y se metió hasta dentro de una habitación”, recuerda Miguel, que interpondrá una demanda por lo ocurrido. Al final, los agentes lo atraparon y lo llevaron a la perrera.

Según apunta, este ca de bou es de una finca vecina y está suelto ya que la perrera donde debería estar se utiliza para guardar leña. No es la primera vez que perros han matado cerdos, ovejas o gallinas en su finca. “Hay que concienciar que perros peligrosos no pueden estar sueltos”, dice Miguel.