La Policía Nacional ha detenido a un joven de 20 años acusado de agredir sexualmente a una adolescente en un edificio ocupado de la calle Joan Miró, en Palma. La víctima denunció que el sospechoso la obligó a mantener relaciones sexuales y a tomar drogas, mientras la mantenía encerrada en una vivienda y la amenazaba con un cuchillo. El acusado acudió esta semana a una comisaría al saber que la Policía estaba buscándolo y ayer negó todas las acusaciones ante el juez de guardia, que decretó su puesta en libertad con la obligación de comparecer cada 15 días en los juzgados.

La investigación, llevada a cabo por la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional, se inició hace unos meses. La denunciante es una adolescente, fugada de un centro de acogida, que aseguró haber sido violada, amenazada, retenida y forzada a consumir estupefacientes por el sospechoso.

Los hechos habrían ocurrido en un edificio de la calle Joan Miró, buena parte de cuyas viviendas estaban ocupadas irregularmente. El sospechoso tuvo conocimiento hace unos días de que la Policía iba tras él, por lo que acudió voluntariamente a una comisaría y fue detenido. Según explicó ayer en el juzgado de instrucción número 5 de Palma, en funciones de guardia, que en aquella época vivía con la que entonces era su novia en uno de los pisos. En otro, según contó, residían varios menores que se habían escapado de un centro de acogida, que solían organizar fiestas en la azotea de la finca. El acusado admitió que había acudido a alguna de estas celebraciones, pero negó todas las acusaciones de la denunciante.

El sospechoso se mostró dispuesto a aportar una muestra biológica para que comparen su ADN con las posibles pruebas obtenidas por los investigadores.

Tras su declaración, el joven fue puesto en libertad aunque como medida cautelar se le obliga a presentarse dos veces al mes en los juzgados.