El ayuntamiento de Muro ha reforzado la seguridad en las playas del municipio mediante la instalación de carretes de rescate para poder salvar a bañistas exhaustos por las corrientes de retorno, que les empujan mar adentro.

Un carrete de rescate consta de un cabo flotante de 180 metros de longitud, montado sobre una estructura compacta, con un arnés para el socorrista en el extremo del cabo. Una vez que el rescatador ha alcanzado y asegurado a la víctima, ambos son sacados del agua por otros socorristas que recuperan el cabo. El coordinador de seguridad de Playas de Muro, Toni Carrió, destaca que la clave es nadar en paralelo a la orilla.