El presunto cabecilla de una activa banda de narcotraficantes que operaba desde Ceuta y Málaga admitió ayer en el juicio en la Audiencia de Palma que introdujo en Mallorca 75 kilos de hachís por vía marítima en tres viajes entre noviembre de 2011 y junio de 2012. El sospechoso, de 40 años y que inicialmente se enfrentaba a una petición de pena de once años de prisión por parte del fiscal, reconoció ante el tribunal de la sección primera que organizaba transportes de droga camuflada en coches. El hombre confesó que traficaba con estupefacientes que procedían de Marruecos y que llegaban a la península desde Ceuta.

El supuesto líder de la red explicó quiénes eran sus colaboradores. Otros siete encausados admitieron en la vista oral que formaban parte del grupo de narcotraficantes.

Solo dos sospechosos no alcanzaron un acuerdo con el fiscal antidroga de Balears y negaron haberse dedicado a distribuir grandes alijos de hachís en la isla. Uno de ellos manifestó que fumaba cannabis y que la droga que le traían a la isla desde Ceuta era para él y su grupo de amigos. "Jamás me he quedado con más de medio kilo. Y habrán sido solo cuatro ocasiones y creo que me estoy pasando", detalló. "Somos un grupo de ocho o nueve amigos y repartimos la droga para fumar. Juntábamos el dinero, quedábamos y nos repartíamos la sustancia. Yo no me dedicaba a distribuir. El hachís de Ceuta es mejor que el de aquí", añadió el joven, quien luego acabó reconociendo que disponía de un teléfono móvil solo para hablar de la droga.

Mientras, el presunto cabecilla del grupo acusado de un delito contra la salud pública detalló que vendía el kilo de hachís a 3.600 y 3.700 euros. Según su versión, por regla general entregaba la sustancia en Mallorca a otro sospechoso, que residía en Son Ferrer (Calvià), quien a su vez la distribuía entre terceros.

El responsable de la red declaró que realizó tres viajes a Palma en ferry: en el primero, introdujo 10 kilos de hachís; en el segundo, 20 kilos; y en el tercero, cuando fue detenido junto a un correo en junio de 2012, 45 kilos de cannabis sativa.

El receptor de estas sustancias en la isla también reconoció los hechos. "Ellos traían la droga y yo repartía", indicó ante la sala. Este sospechoso manifestó que el hachís venía envuelto en plásticos en planchas de unos 200 gramos. El hombre agregó que los estupefacientes los distribuía entre otras dos personas. Estos jóvenes negaron ayer los cargos.

Otros encausados admitieron que llevaban a cabo tareas de vigilancia en Ceuta y Málaga.