Uno de los dos profesores del colegio Madre Alberta de Palma que tutelaban a los alumnos durante la actividad escolar de orientación a las afueras del centro el pasado 26 de abril, cuando fue atropellada por un taxi una menor de 14 años que estaba a su cargo y que acabó falleciendo en el hospital de Son Espases el 3 de junio, manifestó a los agentes de la Policía Local de Palma que eligieron empezar la prueba en ese lugar porque les pareció "mas seguro", ya que la acera contraria "es muy estrecha". Además, el docente señaló que en ese lado hay un banco que permite utilizarlo como apoyo para dejar los útiles necesarios de la actividad.

El profesor recordó que años atrás habían iniciado la prueba desde la acera contraria, lo que evitaba que los alumnos tuvieran que cruzar la calle Miguel Lladó, pero esta acera es muy estrecha por lo que se cambió el punto de salida al lado opuesto por seguridad, según su versión. El maestro también confirmó que cuando él llegó a la zona, sobre las ocho de la mañana del 26 de abril, ya estaba estacionado en ese lugar un camión de grandes dimensiones que estaba averiado.

El atestado de la Policía Local de Palma sobre el atropello mortal de la adolescente critica la elección del punto de inicio de la actividad por parte de los profesores, a quienes achaca una negligencia "evidente". Según el informe de los agentes, los docentes manifestaron que se trata del lugar habitual donde se venía realizando la prueba en los últimos años debido a que la acera contraria "es más estrecha" y a la existencia de un banco que les sirve de apoyo.

Sin embargo, la Policía Local destaca que, a su juicio, aunque la acera contraria sea más estrecha, el hecho de que todos los niños tuvieran que cruzar la calzada para iniciar la actividad, "genera un riesgo mayor que el que se pretende evitar".

Además, el hecho de que la salida de los participantes se realice exactamente cada dos minutos obliga a que el momento del cumplimiento de ese periodo de tiempo coincida con un momento propicio de la circulación para poder cruzar, "algo que en ningún caso puede garantizarse", según los investigadores policiales.

El atestado también resalta que estas circunstancias se vieron agravadas por la presencia de un camión de grandes dimensiones averiado, que quedó estacionado en cordón junto a la acera donde un profesor daba la salida a los alumnos. Los menores empezaban la prueba justo delante del camión, que limitaba la visibilidad e incluso la anulaba sobre los vehículos que se aproximaban. Pese a esta situación, los maestros no cambiaron el punto de inicio.

Versiones distintas de testigos

Según los testigos, el profesor denunciado por homicidio y lesiones imprudentes daba la salida a los escolares agarrándoles del brazo y acompañándoles unos metros tras haber comprobado que podían cruzar la calle con seguridad. Dos alumnas ofrecieron dos versiones distintas. Una de ellas explicó a los agentes que el docente agarró del brazo a la víctima y le dio la orden para que iniciara la actividad. La menor empezó a cruzar y fue arrollada por un taxi. Mientras, otra compañera indicó que el maestro le dijo que era su turno diciéndole "te toca", ambos bajaron de la acera sin agarrarla del brazo y se asomaron por delante del camión, momento en el que la menor fue atropellada.

La Policía Local considera que esta última versión no parece coherente, ya que el profesor no siguió el mismo protocolo que con el resto de alumnos y, si ambos se asomaron, ambos deberían haber sido arrollados por el taxi. Además por las graves lesiones de la niña y por la inspección ocular del lugar, todo indica que esta se hallaba cruzando la calzada, un metro dentro del carril de circulación, y no simplemente asomada.