­La fiscalía reclama penas que suman 14 año y medio de prisión para un hombre acusado de maltratar de forma habitual a su madre octogenaria, tanto psíquica como físicamente, en 2016 aprovechando que residía con ella en una finca de Sineu, donde supuestamente también intentó matar a su hermana estrangulándola.

El juicio contra el sospechoso, español de 46 años que ingresó en prisión provisional a mediados de marzo de 2016 por este caso, está previsto que se celebre la próxima semana en la Audiencia de Palma. El fiscal le acusa de cuatro delitos: maltrato habitual, maltrato de obra en el ámbito de la violencia doméstica, lesiones y homicidio en grado de tentativa.

Además de los 14 años y medio de cárcel, el ministerio público también solicita que se le prive del derecho a la tenencia y porte de armas durante ocho años y que se le prohíba aproximarse y comunicarse con su progenitora por un periodo de 13 años y con su hermana, durante siete años.

Marzo de 2016

En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública pide que el encausado indemnice a su hermana con 670 euros por las lesiones causadas y con otros 727 euros por las secuelas que padece.

Los hechos se remontan a principios de 2016. Según la fiscalía, el procesado residía con su madre, de 89 años y que padece un deterioro cognitivo moderado, en un domicilio en una finca rústica en Sineu. Durante la convivencia, el acusado, "con la intención de quebrantar la salud física y mental" de su progenitora, sometió a la mujer de forma continua a un trato degradante, consistente en comentarios vejatorios, amenazas e incluso agresiones físicas cuando ella se negaba a hacer lo que él le decía, según el ministerio público. Así, consiguió que la octogenaria viviese en una situación permanente de miedo.

La anciana no acudió al médico, por lo que no consta si sufrió lesiones.

Tres días después, durante la mañana del 19 de marzo, se inició una nueva disputa entre ambos por los mismos motivos en el domicilio familiar. En el transcurso de la discusión, el hijo otra vez le dio golpes en el rostro y patadas en las piernas. También le propinó un empujón, provocando que la víctima se golpeara en la cara contra una pared. Luego, se marchó de la finca.

Mientras, la perjudicada resultó herida con contusiones, hematoma y heridas incisocontusas en varias partes del cuerpo. Precisó asistencia médica y tardó 30 días en curar de las lesiones. Le ha quedado como secuela un perjuicio estético ligero por restos cicatrizales en una pierna. La madre no reclama una indemnización por las heridas.