Los dos médicos que participaron en la liposucción que acabó con la vida de Fátima Khrit Cherkaoui, vecina de Santa Maria, de 45 años, el pasado mes de marzo en una clínica de Palma han descargaron ayerhoy su responsabilidad en el equipo del 061 que atendió en primer lugar a la paciente en su declaración judicial.

El facultativo que operó a la mujer y el anestesista, y también socio propietario del centro médico donde se llevó a cabo la intervención el 6 de marzo de 2017 en Palma, han declarado hoy en calidad de investigados por un delito de homicidio imprudente ante la juez de refuerzo del juzgado de instrucción número 3 de Palma, encargado de investigar el caso.

Ambos han mantenido la misma versión. Según han indicado, su actuación fue correcta, ya que dejaron a la paciente a cargo del 061 estabilizada, con sus constantes vitales en perfecto estado y sin que hubiera ningún tipo de hemorragia. Sin embargo, cuando Fátima Khrit llegó al hospital de Son Espases, se hallaba muy grave, con inestabilidad hemodinámica, mucha anemia y una gran hemorragia, según el informe de ingreso del centro hospitalario de referencia y el del 061. Su estado era tan delicado que no pudo remontar y al día siguiente falleció en Son Espases. Los dos investigados han explicado que discrepan de estos informes y no están de acuerdo con ese diagnóstico.

La autopsia determinó que la mujer, de origen marroquí y que hacía pocos meses había enviudado, murió por una embolia grasa, cuando una bola de grasa entró en una arteria y produjo una obstrucción, y por una hemorragia masiva.

Los dos médicos han manifestado hoy ante la magistrada que la paciente, a la que se le administró anestesia total, sufrió una parada cardíaca sobre las cuatro de la tarde del pasado 6 de marzo, pero en seis minutos la reanimaron y estabilizaron. Según su versión, en todo momento estuvo estable y permanecieron una hora vigilándola hasta que a las cinco y tres minutos de la tarde llamaron al 061. En esa hora, los facultativos han señalado que la paciente estaba bien, sin sangrar y sus constantes eran perfectas.

Alertaron al 061 porque, según han mantenido, siempre que se produce una parada cardíaca hay que avisar, si bien no han podido aclarar el motivo por el que esperaron una hora para llamar a la ambulancia. Los investigados han detallado que recomendaron al equipo del 061 poner un vendaje compresivo en el abdomen de la mujer, si bien el médico lo rechazó por si la afectada sufría una nueva parada cardíaca y esto podía dificultar las maniobras de reanimación.

El cadáver de Fátima Khrit continúa en el Instituto Anatómico Forense de Palma desde marzo. En un principio, no se le realizará una segunda autopsia y los investigadores están a la espera de que lleguen unos resultados de una pruebas biológicas. Está previsto que en un breve periodo de tiempo, un par de semanas, el cuerpo sin vida de la mujer pueda ser repatriado a su país, Marruecos, para darle sepultura, por expreso deseo de su familia.

María Antonia Moral, presidenta de la Asociación de víctimas de negligencias sanitarias (AVINESA), ha acudido hoy a los juzgados de Vía Alemania desde Madrid para apoyar a la familia de la fallecida. "La señora no estaba en la clínica adecuada. Fue una intervención de muchas horas y no había UVI ni donde reanimar a la paciente. Nos parece una gran imprudencia", ha destacado Moral.

Kamal, el hijo de la víctima, de 19 años también se ha personado en el edificio judicial. "Una prioridad es llevar el cadáver a Marruecos y luchar para que se haga justicia. Solo quiero que se haga justicia por el caso de mi madre", ha asegurado hoy con gran entereza.