La Policía Nacional detuvo ayer a un hombre por propinar una brutal paliza a su compañero de piso de 70 años en s´Arenal. La víctima fue trasladada en ambulancia a Son Espases donde recibió 39 grapas en la cabeza y, tras ser sometido a varias pruebas para comprobar su estado de salud, fue dado de alta ya que los facultativos no temían por su vida.

En un principio la víctima relató a los agentes que dos encapuchados le asaltaron anteanoche en su vivienda y le propinaron golpes en la cabeza. Sin embargo, los investigadores descubrieron posteriormente, tras realizar varias pesquisas, que la víctima se había inventado la agresión y en realidad el autor de la brutal paliza había sido su compañero de piso, que fue detenido poco después. Ante la primera versión del hombre de 70 años, los investigadores sospechaban que los autores de la agresión habrían entrado en la vivienda para robar, pero no descartaban otras hipótesis. Los hechos ocurrieron poco antes de la medianoche del viernes, cuando un hombre llamó a la Policía Local para alertar de que había sido atacado en su vivienda, en la calle Tòquio. Los agentes que acudieron al lugar comprobaron que la víctima presentaba importantes lesiones en la cabeza y sangraba abundantemente. Además de pedir una ambulancia, pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, que asumió la investigación del caso.

El herido relató a los policías que cuando ocurrieron los hechas estaba en la cocina de su vivienda y, al salir al pasillo, descubrió a dos hombres con el rostro cubierto. Antes de que pudiera reaccionar, los intrusos le propinaron golpes en la cabeza con un objeto contundente, al parecer un palo, y se dieron a la fuga.

La víctima fue atendida en el domicilio por efectivos sanitarios, que comprobaron que las lesiones eran graves y decidieron trasladarla al hospital Son Espases.

La Policía Nacional llevó a cabo una detenida inspección ocular de la vivienda para intentar recabar pruebas sobre lo ocurrido y la autoría de la agresión. Los agentes intentaron encontrar huellas y otros rastros que permitieran identificar a los asaltantes.

Posteriormente, tras interrogar al herido para tratar de recabar la máxima información posible, los investigadores descubrieron que en realidad el relato de los dos encapuchados era una invención y el autor de la agresión era su propio compañero de piso.

Aparentemente, no faltaba ningún objeto de valor en la vivienda. Pese a que la principal hipótesis que manejan los investigadores es que los dos encapuchados entraron en la casa para cometer un robo y tuvieron que huir sin botín al ser sorprendidos por el morador, no descartaban otras posibilidades.

La Policía Nacional tenía previsto tomar declaración de manera formal a la víctima en las próximas horas para tratar de recabar la máxima información posible.