La fiscal reclamó ayer una pena de seis meses de prisión para el capitán de la Guardia Civil acusado de un delito de maltrato habitual a su exmujer en Palma. La representante del ministerio público, que inicialmente no acusaba al mando del Instituto Armado, ayer modificó su postura y decidió solicitar medio año de cárcel en la tercera y última sesión del juicio celebrado en la sede de Vía Alemania al considerar que el oficial había maltratado psicológicamente a su exesposa.

Mientras, el letrado de la acusación particular mantuvo su petición de condena de tres años de prisión por un delito de maltrato físico y otro de maltrato habitual, que englobaría las humillaciones y vejaciones que denunció haber sufrido la víctima. En concepto de responsabilidad civil, el abogado de la acusación interesó una indemnización de 6.000 euros por los perjuicios y el daño moral causado a la perjudicada.

Por último, el letrado defensor del capitán de la Guardia Civil, que además es psicólogo, reclamó su libre absolución.

El juicio quedó ayer visto para sentencia en Palma. En la primera sesión, el oficial negó haber insultado e increpado a su mujer, a la que calificó de inestable y conflictiva. También rechazó haberle dado un empujón o manotazo cuando le iba a entregar los niños en los alrededores del cuartel de la Policía Local de Palma, en Sant Ferran, en 2015. En cambio, la víctima confirmó que recibió un manotazo y fue empujada hacia la calle mientras le decía "puta loca".