El psicólogo forense confirmó ayer durante la segunda sesión del juicio contra un capitán de la Guardia Civil por presuntos malos tratos físicos y psíquicos a su exesposa en Palma que no detectó estrés postraumático en la mujer en junio de 2016. El especialista indicó que efectuó la prueba pericial ocho o nueve meses después de que la denunciante se sometiera a un tratamiento psicológico. Según su versión, cuando visitó a la afectada no constató que esta padeciera el síndrome de estrés postraumático, ya que no se cumplían todos los requisitos.

En cambio, meses antes, al ser tratada por otra psicóloga, esta profesional sí diagnosticó este síndrome. La especialista, propuesta por la acusación particular, ayer destacó que la mujer padecía estrés postraumático en octubre de 2015. Según indicó, la paciente presentaba una sintomatología clara: evitaba hablar del tema, le costaba mucho, tenía náuseas, lloraba, el llanto no le permitía hablar y sufría mucha ansiedad. La psicóloga indicó que tanto su informe como el del forense podían ser correctos ya que la perjudicada mejoró la sintomatología de estrés postraumático en los últimos meses.

Otra perito manifestó que no detectó que la denunciante manipulara a sus hijos y destacó que no obtuvo resultados fiables del acusado de su personalidad. Según dijo, él fue sincero pero los resultados eran tan buenos que no les parecieron fiables.