Un turista británico, P.C.B, de 51 años, falleció por causa natural ayer por la tarde en el aeropuerto de Ibiza, posiblemente por un infarto y no de un golpe contra el suelo como se informó en un primer momento. La víctima se desplomó, según ha informado a este diario la Guardia Civil, tras revisar las imágenes de las cámaras de seguridad. Un policía nacional y una médica, pasajera de un vuelo, intentaron reanimar al hombre, pero falleció en el acto.

El suceso ocurrió ayer sobre las 20.30 horas de la tarde. P.C.B. era pasajero de un vuelo de la compañía Jet2, procedente de Manchester, Reino Unido. Tras aterrizar el avión en el que viajaba, se dirigió a la zona de controles de pasaportes, pero, de repente, se desplomó, según ha explicado un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Balears. Asimismo, ha añadido que tras revisar las imágenes de las cámaras de seguridad de la terminal ibicenca han comprobado que el turista no intentó saltar los postes de seguridad ni se golpeó contra el suelo, sino que se trata de una muerte natural.

Una médico, también pasajera de un vuelo recién aterrizado, y un agente de la Policía Nacional atendieron a la víctima y también los sanitarios del 061, según ha relatado un portavoz de la comisaría de Ibiza. Sin embargo, tras practicarle las maniobras de reanimación cardiopulmonar, sólo se pudo certificar la muerte del hombre de 51 años, según ha informado un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Baleares.

Un juez ordenó el levantamiento del cadáver y un profesional del Instituto de Medicina Legal le practicará la autopsia. Además, el Consulado Británico se ha encargado de contactar con los familiares del fallecido.