El vecino de Sóller de 36 años en prisión provisional desde el pasado 16 de mayo por una presunta agresión sexual a una joven de 19 años el día anterior durante la celebración de es Firó, tras el simulacro de batalla entre moros y cristianos en la playa de Can Repic, ha quedado en libertad tras pagar una fianza de 3.000 euros.

El magistrado Juan Manuel Sobrino, titular del juzgado de instrucción número 1 de Palma, que investiga los hechos, modificó ayer la situación personal del acusado y acordó su puesta en libertad con una fianza de 3.000 euros. El juez también le ha prohibido aproximarse y comunicarse con la víctima como medida cautelar.

El hombre, que fue detenido por la Guardia Civil la misma tarde de es Firó, ha permanecido casi un mes encarcelado. Ayer pagó la fianza y salió libre. El sospechoso negó haber sometido a tocamientos íntimos a la perjudicada y únicamente reconoció que le pintó la cara con pintura negra, como se suele hacer en la popular fiesta sollerica. Un segundo joven que declaró la semana pasada en el juzgado como investigado por omisión del deber de socorro exculpó al primer encausado. Según su versión, no vio nada en el puente de Can Repic y dijo que era imposible que la joven hubiera sido agredida sexualmente allí como ella denunció.

El Instituto Armado remitió al juzgado nuevas diligencias con imágenes y grabaciones de la zona del puente de Can Repic para tratar de identificar al resto de sospechosos. Estas pesquisas han dado resultado negativo, ya que no han permitido aclarar los hechos ni descubrir a otros hombres que pudieron abusar de la joven. Los vídeos aportados, en concreto uno de una cámara de seguridad de un cajero cercano que enfoca hacia el puente, no han arrojado luz al caso.

Los agentes también tomaron otra declaración a la perjudicada. La joven acudió a dependencias policiales para puntualizar de forma voluntaria varios detalles de lo ocurrido y aclarar algunas imprecisiones.

Estas nuevas pruebas obtenidas por la Guardia Civil, tanto los vídeos y fotografías de la multitud en es Firó como la declaración voluntaria de la denunciante, unidas a que ya no exista riesgo de que el acusado influya en las pesquisas, han llevado al magistrado a fijar una fianza para que el joven pueda eludir la prisión.

El hombre, que fue detenido por la Guardia Civil la misma tarde de es Firó, ha permanecido casi un mes encarcelado. El miércoles pagó la fianza y salió libre. El sospechoso en su declaración judicial negó haber sometido a tocamientos íntimos a la perjudicada y únicamente reconoció que le pintó la cara con pintura negra, como se suele hacer en la popular fiesta sollerica.

Un segundo joven que declaró la semana pasada en el juzgado como investigado por omisión del deber de socorro por presuntamente no auxiliar a la víctima exculpó al primer encausado. Según su versión, ambos iban juntos y en un momento dado lo perdió de vista y quedó rezagado.

El muchacho alegó que no vio nada en el puente de Can Repic y dijo que era imposible que la joven hubiera sido agredida sexualmente allí como ella denunció. Según explicó, ni siquiera vio a la chica.

En cambio, la versión de la denunciante es totalmente opuesta. La víctima manifestó que cuatro hombres la rodearon y acorralaron, dos por delante y otros dos por detrás, durante unos cinco minutos. Según denunció, le tocaron los pechos, los glúteos y la zona vaginal. También intentaron bajarle a la fuerza el pantalón corto que vestía, cosa que no consiguieron por el cinturón que llevaba. Le pintaron la cara de negro y le causaron arañazos a la altura de un ojo. Según indicó la perjudicada, le profirieron comentarios machistas.

La Guardia Civil prosigue con las pesquisas. Se siguen practicando diligencias propuestas por la defensa. El magistrado solicitó a los agentes que revisaran las cámaras de seguridad de la zona en el Port de Sóller para aclarar lo ocurrido. Ahora, el juez de instrucción ha acordado que el principal sospechoso quede en libertad, previo pago de una fianza, al considerar que no hay riesgo de que interfiera en la investigación.