La Policía Nacional ha arrestado esta semana en Palma a un joven de origen marroquí por estafar a cuatro ancianas a las que embaucaba en sus domicilios en la ciudad diciendo que era familiar de una vecina y que por favor le dieran una cantidad de dinero.

El muchacho, de 23 años y nacido en Tánger, pero que habla perfectamente el castellano, conseguía entrar en las viviendas de las víctimas e incluso se sentaba en el sofá con ellas. Se ganaba su confianza con buenas palabras, les pedía un vaso de agua, que apagaran la televisión y, tras conversar con ellas y relatarles cualquier problema, les solicitaba una cantidad de dinero. Tres perjudicadas cayeron en sus artimañas y le entregaron dinero en metálico y con una cuarta perjudicada no tuvo éxito.

El muchacho prestó declaración judicial el pasado jueves por la tarde y quedó libre. Inicialmente, estaba acusado de cuatro estafas, una de ellas en grado de tentativa, y tres delitos de allanamiento de morada por haber accedido a los domicilios de las víctimas. El sospechoso reconoció en el juzgado de guardia de Palma que entraba en las casas de las mujeres porque estas le permitían pasar y le invitaban. Según su versión, les pedía dinero y ellas se lo daban de forma voluntaria, sin ser engañadas ni coaccionadas.

En uno de los pisos, solicitó a una moradora 170 euros y ella le dio 100 euros. En otro domicilio, pidió 20 o 30 euros. Una de las víctimas tiene más de 80 años. Según los investigadores, el joven se aprovechaba de la avanzada edad de las mujeres y de su situación de vulnerabilidad al estar solas en casa para timarlas y embaucarlas haciéndose pasar por un familiar de alguna vecina.