La Policía Nacional ha desarticulado una banda que habría robado en Eivissa al menos 300 teléfonos móviles de alta gama, valorados en unos 200.000 euros, que luego eran distribuidos en la isla, otros países de Europa y Marruecos.

Los agentes iniciaron las pesquisas en 2015 cuando se produjeron varios robos de teléfonos móviles de última generación, valorados en su conjunto en 25.000 euros, mientras eran transportados en camiones desde el barrio madrileño de Vallecas con destino a Mallorca. Los policías averiguaron que gran parte de ellos se encontraban operativos en Eivissa y que habían sido vendidos fuera del circuito comercial, pero a precio de mercado. Los agentes lograron identificar inicialmente a 37 usuarios de los terminales desaparecidos.

La operación se ha saldado con la detención de dos personas y la incautación de teléfonos, ordenadores, herramientas para la manipulación de los terminales telefónicos, cocaína y éxtasis. Se estima que la banda habría robado más de 300, valorados en unos 200.000 euros.