Cuando se cumplían ayer dos años de la ´Operación Forana´, la Guardia Civil volvió a detener al mismo individuo en su domicilio de la calle Estrella de Mar en el Port d´Alcúdia. Entonces se le consideraba uno de los cabecillas de la organización que abastecía de cocaína a Son Banya. Aunque había sido juzgado y condenado hace unos meses en la Audiencia Provincial, no había abandonado el negocio.

Los efectivos del Instituto Armado le intervinieron, además de la droga y el dinero, una escopeta de balines en su domicilio. Sobre las seis de la mañana volvió a ser arrestado en su domicilio de siempre.

En las últimas semanas las operaciones antidroga de la Guardia Civil se han sucedido en la Part Forana. El pasado nueve de mayo una veintena de personas fueron detenidas en Sóller. Se trata de la mayor actuación desarrollada nunca en la Vall contra el tráfico de sustancias estupefacientes. La sorpresa entre los residentes fue tan descomunal que llegaron a confundirla con una redada contra el yihadismo y los bulos de bombas empezaron a correr por las redes sociales.

El antecedente inmediato de la ´Operación Heisenberg´ es la ´Operación Reko II´ desplegada hace menos de una semana a escasa distancia. El ámbito neurálgico de actuación fue Pollença. Aunque la cantidad de droga intervenida no fue muy elevada si era significativo que las papelinas estaban dispuestas para su venta inmediata.

Uno de los cabecillas, a espaldas de un colegio de Pollença, mantenía un elevado tren de vida. Poseía coches de alta gama, motos de gran cilindrada y varias embarcaciones. Pese a ello no tenía ningún oficio conocido desde hacía seis años. En su domicilio se encontró también unos 70.000 euros en billetes.